VIERNES, 18 DE FEBRERO DE 2011 10:51
Nada se saca con acusarla de esto y de lo otro, la mujer del
César dejó hace rato de tener la obligación de parecerlo. Ni el presidente ni
su ministro han podido ponerla fuera de la intendencia del Bío-Bío, entonces no
veo por ningún lado que los opositores puedan desbancarla, sobre todo porque el
delito del cual se le acusa fue una práctica cotidiana en los sucesivos
gobiernos concertacionistas, vale decir, ejercer esa malsana costumbre de
desviar fondos públicos destinados para ciertos fines, hacia otros, con el
deliberado propósito de obtener réditos políticos a sus autores.
De manera que una disculpa es suficiente, fue un error el lenguaje que ocupó la intendenta al hablar
con los pobladores, nada más que eso. Borrón y cuenta nueva, y aquí no ha pasado
nada.
Y no digo que esté bien lo que ella hizo porque otros ya lo
hicieron, digo solamente que no está bien atacar a esa niña adorable. En Chile
es mal visto golpear a una mujer en público, sobre todo si esta es simpática y
se ha ganado los votos de más del 50% para ser elegida alcaldesa de Concepción.
Jacqueline van Rysselberghe le ha hecho más daño que nadie a
la credibilidad y liderazgo de Piñera, de modo que Rossi y otros actores bien
harían en guardar silencio, por un elemental sentido del pudor. El único que
merece tomar la palabra, es aquél que denunció los hechos.
Me parece de cortesía dejar que la Derecha lave su ropa sucia
en casa. ¿Quién vale más, Jovino o el ministro del interior?, ¿la intendenta o
la ministra?, ¿Cuánto vale Piñera realmente?
La intendenta encarna el “ pungueirismo” del partido
“popular”, el trabajo político en sectores poblacionales lo ha llevado a cabo
con resultados a la vista, ella representa el éxito político de su partido que
lleva la marca de su mentor, Pablo Longueira, quien sigue en silencio el
desarrollo de los sucesos.
¿Para qué acusar constitucionalmente a una intendenta, no
será exagerada la reacción opositora?
Seamos razonables.
Sería un privilegio para una
intendenta de provincia ser acusada constitucionalmente, sobre todo si
esa acusación no deviene en su consecuente destitución. De ser así, la niña
símbolo de la UDI
se transformaría rápidamente en un energúmeno.
En cambio creo que la sanción política debe venir de los
directamente afectados por sus viciosas maniobras, de aquellos que fueron
postergados porque los recursos no llegaron. Todos aquellos que aún viven en
mejoras de emergencia debieran saber que su situación se debe a las
manipulaciones hechas por la niña terrible.
Los electores de la
provincia del Bío-Bío debieran saber detalladamente lo que ha ocurrido. Es pega
política demostrar que esas prácticas que el gobierno respalda son causa del mediocre desempeño del gobierno de
Piñera para ir en ayuda de los afectados por el terremoto-maremoto.
El objetivo no debería ser la intendenta. El senador
Navarro, el único senador con que realmente cuenta el pueblo, tiene la palabra.
René Dintrans