miércoles, enero 08, 2014

Altazor

En el preciso minuto
en que decide mostrar sus poemas
el poeta es llamado por la muerte

así
caracterizado de arcángel
teje un nido en su propio ataúd
y comienza a pronunciar vocablos
a través de las notas del saxofón

enseguida
extrae de su bolsillo un reloj
cuyos punteros giran al revés

la muerte guarda cierta distancia
presiente que no pisa tierra firme
y espera largo rato sentada
que el paracaídas termine por caer

en el suelo
desde su cabeza
separada totalmente del cuerpo
dice a los curiosos que lo miran:

no dejéis que muera así
escuchadme
el silencio ya saldrá desde las sombras
y puesto que han quebrado los pinceles
pintad
pintad con palabras
sacad los colores desde el sombrero de copa
que os dejo por herencia

De madrugada



De madrugada
el sol
viene caminando

en sus brazos dormita la doncella

como buen padre
la deposita sobre el perfil del cerro
que con sus propios rayos ha formado

Ella comienza su breve actuación
lanzándose por el borde de la luz

hasta tocar con sus pies de japonesa
el suave tapiz de perlas
que la buena hierba ha tejido
durante las frías horas de la noche

sus enormes pestañas se agitan
y los pájaros llegan a sus puestos

para volar
la primera brisa de la mañana