viernes, junio 26, 2009

Moral de mercado

Pongámosle que las aprehensiones “valóricas” de los honorables parlamentarios objetantes son sinceras, que sus rasgaduras de vestiduras obedecen a un convencimiento cabal de que la píldora del día después es un arma puesta a disposición de una cruel madre determinada a terminar con la vida de su hijo que se agita en el interior de su vientre; pongámosle que se trata de la vida de un futuro ciudadano que esta civilizada sociedad quisiera proteger.


Consideremos entonces que la Derecha tiene legítimo derecho a expresarle a todo el mundo que ella se mueve por razones más profundas que la preservación de sus intereses inmediatos a los cuales nos tienen acostumbrados, esos que nunca han estado en discusión, aquellos prerrequisitos infaltables en las políticas neoliberales practicadas por la Hacienda concertacionista, y sin las cuales, según ellos, Chile no sería posible.

Es así como el medicamento conocido como Postinor se ha dejado de entregar gratuitamente a la población en virtud de un recurso o demanda judicial patrocinada por la Derecha.

La “reserva moral del país”, ha actuado según ha dicho, por principios superiores, por principios morales.

En rigor, no se ha probado aún que el medicamento no sea abortivo, por la misma razón, tampoco se ha probado que este efectivamente lo sea, de modo que en la duda, hay que abstenerse de poner al alcance de los usuarios del sistema de salud pública este cuestionado fármaco. Tal es su razonamiento.

Sin embargo estos altos principios morales se derrumban a la hora de prohibir su comercialización en el mercado. Al parecer, el mismo fármaco cambia sus propiedades abortivas cuando se exhibe en los amplios mostradores de las farmacias. Ese cambio de estado se explica de acuerdo al monto del precio que se fija: si es gratis, es inmoral; si tiene precio, es una inocente mercancía que se tranza en el paraíso de los consumidores.


Esta incongruencia verbal es difícil de tragar, el mercado es un instrumento más con que cuenta el Estado, tan instrumento como lo son también los consultorios de salud.

Sin embargo, esta constatación de incongruencia nos podría llevar a juzgar de forma maniquea a los “conservadores”. Ellos serían los hipócritas, los malos, y nosotros los justos, los buenos. Nada de cierto hay en estas generalizaciones. Existen tantos tipos detestables como admirables que comparten nuestros puntos de vista, de la misma manera como lo existen entre aquellos que difieren de nuestros pensamientos.

Lo que ocurre realmente, es que lo que es bueno para unos, lo es malo para los otros, y viceversa. Ahí está el dilema. Nadie es absolutamente malo, como tampoco lo es absolutamente bueno.

Lo bueno o lo malo, está referido a los intereses que se desea preservar. Esa es la madre del cordero, la relatividad de las cosas.

Para la Derecha es bueno todo aquello que facilite el imperio del mercado como asignador de recursos. En este caso, el Estado estaría interviniendo en el precio de un producto llevándolo a cero, el reparto del postinor no es moralmente un error, es técnicamente
un error.

¿para qué entonces tanta prohibición?

¡para controlar a la población pues, así como se hace en todo lo que es susceptible de controlar!

El Estado burgués es controlador, está todo el tiempo limitando la libertad de las personas, el único espacio en que considera admisible la libertad, es aquel que te permite tus ingresos. Acuérdense de Samuelson: 1 peso, 1voto.

Es por eso que la derecha estará siempre en contra de la educación de calidad y gratuita, en contra de la salud gratuita. El Estado debe estar al servicio de sus intereses siempre, puesto que consideran que el Estado es de ellos. Y eso no es malo, es bueno, para ellos.

El Estado debe abolir el salario mínimo puesto que esa es una forma de fijación de precios, el precio del salario. El sueldo mínimo es para ellos un lastre, un disparate. El sueldo debe fijarse de acuerdo a las necesidades del mercado, es decir de acuerdo a la oferta & la demanda. Que siempre va a la baja en estos casos.

Al obispo Goic le dieron bola mientras duró el efecto que causó revuelo, él hablaba de salario ético. Eso sí que es un despropósito. Si hasta a la Mathei la hicieron callar cuando reaccionó de inmediato calificando al obispo de ignorante.

La consabida prudencia derechista cambió la estrategia, integró comisiones e hizo algunos comentarios en el aire para mejorar las condiciones del trabajador. El candidato Piñera fue más allá, prometió mejorar el mismísimo hipotético salario ético.

Sin embargo, a la hora de los quiubos, pasada la borrachera comunicacional, el mensaje de esos mismos empresarios era la de congelar el salario mínimo, que ciertamente está mucho más abajo que el ético del obispo, y muchísimo más bajo que el que prometía el candidato de la derecha. Nuevamente el mercado pudo más que la moral.

Congelar cuando hay inflación, significa bajar. Bajar los ingresos de los trabajadores, es decir, controlar a una parte importante de la población que trabaja literalmente para ellos.

Es un error criticar a la Derecha , a ella hay que contemplarla nada más, es así como se aprende. No es mala, es muy buena, puesto que sabe defender sus intereses.

Su mentado canibalismo es tongo, son imágenes de Catch para la galería. Actualmente su preocupación principal es la confección de las listas parlamentarias, saben de la importancia que significa que la Concertación no los doble en ninguna circunscripción y distrito, y ahora lo ven como posible: empate en la Cámara y empate en el Senado en virtud de su sistemita binominal milagroso. Y si ganan al presidente, tanto mejor, canasta completa.

La Derecha es buena, la Izquierda es la mala.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es
http://blogdintrans.blogspot.com/

martes, junio 23, 2009

CEP: todo depende del cristal con que se proyecte

Nadie podrá verificar si los resultados que arrojó esta respetable encuesta son certeros, puesto que las preferencias marcadas se refieren a una realidad virtual: “si las elecciones fueran este domingo”, en rigor, en alguno de los domingos pasados mientras se realizaba la medición; y bien sabemos que las elecciones presidenciales reales se llevarán a cabo en uno de esos lejanos domingos de diciembre.

De manera que el prestigio de la firma se juega al final, el mismo día de la elección y no ahora, puesto que aún estamos en el precalentamiento de esta carrera presidencial, en los aprontes, en que el resultado de las encuestas sirven para orientar a los despistados y desorientar a los atentos. Nada tiene de malo entonces entregar mediciones, con sus preguntas y sus respuestas a la vista de todo el mundo. En preguntar no hay engaño.

Como lector frecuente de los titulares de diarios y revistas en quioscos santiaguinos, me pareció que después de los resultados de esta esperada encuesta, las cosas volvían a su lugar, a su viejo y conocido lugar.

Los periódicos del duopolio Copesa-Emol escribían sobre el empate entre Frei y Piñera. En letra chica se consignaba que se trataba de un empate técnico con un margen de error del 3%. De paso el pasquín ABC1 The Clinic, ilustraba su portada en favor del gran beneficiado de los esperados resultados: Eduardo Frei.

Se podría decir, que la candidatura oficialista, es la encarnación del dicho popular que reza: “mejor es diablo conocido que diablo por conocer”.

Es así como el deslavado e insípido Frei, se transforma en agraciado, simpático, preparado, conciliador, sincero, confiable, cercano y seguro de sí mismo. En el tipo que debiera ser reelegido presidente de todas maneras.

Ciertamente que los resultados nos dicen que en esos atributos empata técnicamente con Piñera, pero lo relevante es que ese empate se da, después que Piñera baja 7 puntos y Frei sube los mismos siete. Candidato alcanzado, es candidato ganado.

Esa apreciación de diablo conocido, está compartida perversamente por los polos de las fuerzas sociales que operan en nuestra sociedad: a saber, las elites del gran empresariado por un lado, y las elites de la Izquierda dura.

Diablos desconocidos entonces: el díscolo Marco Enríquez, y el empresario Piñera, este último desconocido en cuanto hipotético controlador del Poder ejecutivo ciertamente.

La ambigüedad política de Marco Enríquez-Ominami descubierta después de presentar a su futuro ministro de Hacienda y de dar a conocer su programa económico privatizador 2.0, lo hizo poner distancia con el polo izquierdo.

Por otro lado, Piñera no da garantía a su sector de poder controlar a las fuerzas sociales que en un futuro gobierno de continuidad de las políticas de Hacienda realizadas en el último cuarto de siglo, sabrán reaccionar con energía, debido a que no están dispuestas a pagar los costos de la crisis, causados por el fracaso del fundamentalismo capitalista aplicado con esmero de alumno aventajado del FMI en nuestra pequeña aldea.

No se crea con todo esto que Marco Enríquez se fue cortado, o que se le desinfló su Zeppelín en plena travesía, nada de eso. Él lidera la menor evaluación negativa, y la mayor evaluación positiva. De modo que puesto en el dilema de la segunda vuelta, él reúne las condiciones necesarias para convencer a un electorado obligado a dirimir entre 2 opciones.

Escuché decir con insistencia a los expertos que Marco había sido condenado a perder en 2ª vuelta puesto que el 58% de los electores no votaría por él. Sin embargo cuando me remití a la pregunta concreta del cuestionario, me encontré con la sorpresa que esa pregunta no estaba referida a un dilema en 2ª vuelta, se preguntaba así a secas, y esa pregunta se entiende tácitamente que está referida a la 1ª vuelta y no encierra para nada un rechazo, es más bien la opción primera. Es obvio que quién tiene decidido votar por Arrate o Frei, no votará por Enríquez. Por lo demás se midió concretamente la evaluación negativa y positiva, y en ambas Enríquez obtiene los mejores resultados.

Busqué infructuosamente la pregunta concreta sobre la elección en 2ª vuelta entre Piñera vs. Enríquez, pero misteriosamente no existe, puesto que jamás se formuló. Sólo hay una referencia a una hipotética 2ª vuelta entre Piñera y Frei, en que los 2/3 de los votos de Enríquez van a Frei. Me parece que aquí se entra en un terreno pantanoso, en la Ciencia ficción.

Hay otro relativo ganador que no aparece, este es el candidato de la Izquierda Jorge Arrate. A pesar que aparece con un 1%, los encuestados se identifican con la coalición que lo proclamó, el Juntos Podemos, en un 7%, faltando además por decidirse un 46%, lo que obviamente lo haría subir si es que se trabaja adecuadamente.

Arrate es conocido por el 53% de los entrevistados, en cambio a Piñera lo conoce el 99%, a Frei el 98% y a Marco Enríquez el 84%. Resulta evidente que se podría ganar mucho terreno haciéndose conocido por todos los electores.

Los chilenos son mayoritariamente de Izquierda, esa es la paradoja. El sistema binominal se encarga de hacer empatar a la Derecha + la Centroderecha que tienen el 20% según los encuestados, con el Centro que ostenta el 13% + la Centro-izquierda y la Izquierda que marcaron un 23%. Existe un 41% que no se define, pero que a la hora de votar sí lo hace.

Arrate debe seducir a la Izquierda concertacionista, debe disputársela en buena ley a Enríquez-Ominami. Me parece que en sus últimas actuaciones ha dejado una buena imagen, ha demostrado su capacidad, ha convencido.

El fenómeno Enríquez- Ominami va más allá de la elección presidencial, si este candidato logra unir en torno a su persona una sólida lista alternativa a la Concertación , podrá beneficiarse con la confianza que el descontento busca canalizar.

Aquellos parlamentarios elegidos de esta díscola lista, llegarán a renovar considerablemente a los apernados en sus sillones parlamentarios, lograrán dar nuevos bríos a un parlamento envejecido, y tal vez, serán catalizadores del genuino cambio, el cambio de verdad que nos lleve al ejercicio auténtico de la democracia.




Atte. René Dintrans A.
erredintrans@yahoo.es
http://blogdintrans.blogspot.com/

viernes, junio 19, 2009

Breve Historia de la humanidad

La competencia es una lucha feroz, querámoslo o no, es lo que ha hecho posible que esas formas macro moleculares conocidas por el público como ADN hayan proyectado en última instancia, una imagen muy familiar para nosotros que identificamos como especie humana. Nuestro primer acto consciente, privativo de nuestra estirpe, ha sido el tomar nota de aquella lucha sin cuartel. Realidad que no debiera escandalizar a nadie.

Simultáneamente con el reconocimiento de ese fenómeno, nace el primer sueño, que consiste en evitar la suerte que el destino nos había preparado.

Comenzamos por hablar, por transformar las cosas. Luego a fabricar los instrumentos pertinentes, a organizarnos de algún modo, a cuidar nuestra salud y auxiliarnos.

Nosotros mismos hicimos el fuego, en fin, hicimos tanta cosa.

Paralelamente otros hacían lo mismo, lo que a la larga se transformó en amenaza, que hubo que zanjar con algunos homicidios, que con el tiempo aceptamos, bajo el pretexto de no sucumbir bajo el peso de nuestra incipiente Historia.

Nuestras vidas pusimos en las manos de señores, reyes, papas y emperadores. Hicimos un pacto, a la medida de nuestras miserias.

Obviando algunos detalles, la vida transcurrió sin sobresaltos: el mismo buey, en la misma yunta que abría la tierra, los mismos hombres construyendo pirámides. Los mismos, levantando ciudades ladrillo por ladrillo, y pintando sin prisa el cielo de las basílicas.

Hoja por hoja, la sabiduría precipitó en la ciénaga de los siglos. Y así después de mucho, se conoció el fruto de la creación humana:

la máquina.

Cuya existencia no habría sido posible, sin la condición de que el mundo la necesitara. Sí o sí, así fue la cosa.

En este punto comenzaron las alteraciones al ritmo ancestral, el hombre copió de la Naturaleza las leyes que presumía regían su conducta social. Y la proclamó ley.

La mano invisible comenzó a dictar las reglas, lo que a la larga suscitó ciertas convulsiones en el orden de los elementos involucrados de esta nueva la sociedad.

Un sabio nos decía que a nosotros más que a él, nos había tocado vivir el momento crucial de la Historia. Nos indicó el momento, el punto de inflexión en que el poder humano daba por iniciada su loca carrera, haciéndose “asintótica” al eje de las Y, recuerdo que decía.

No mucho tiempo ha transcurrido, y la lucha ha alcanzado mayor fiereza. El globo terráqueo ya no es capaz de dar solución a las crecientes necesidades de consumo de infinitos bienes y servicios. Se anuncia el fin de la Historia , el monoteísmo de mercado se proclama como la única religión posible sobre otras que se derrumban cual muros repentinamente carcomidos en sus sólidas bases.

Los dados ya fueron echados, muchos piensan que estamos al borde del abismo, y la verdad sea dicha, es que llevamos unas cuantas décadas cayendo hacia el silencio.

Estas mismas palabras, no tienen más efecto, que las lágrimas que caen sobre una página en blanco.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com/

domingo, junio 14, 2009

Un debate necesario: diferencias & coincidencias


El fenómeno Enríquez-Ominami, la promesa del bicentenario, el joven pretendiente al sillón de O’Higgins, el inventor de la política 2.0 (dos-punto-cero), la esperanza de los desesperanzados, la figura emergente en el marasmo político imperante, el hombre que será tal vez el próximo Presidente de la República de Chile, el que insistentemente quiere debatir ideas, el que quiere poner sobre la mesa las diferencias que tiene con los políticos tradicionales, el que tiene aparentemente un lado oscuro, sobre el cual es necesario iluminar, debatir. A saber: las coincidencias con esos mismos políticos tradicionales.



Resultaría de mucha utilidad para el público elector, sobre todo para el elector progresista, saber en qué coincide Marco Enríquez con los políticos viejos, en qué coincide con lo que ya se ha probado, puesto que de lo que se conoce es precisamente que podemos tener un juicio. De lo nuevo, lo novedoso, sólo podemos hacernos ilusiones.

Empecemos por el modelo económico que se ha implementado y dirigido a través de los últimos ministros de Hacienda, desde Büchi hasta Velasco.

¿se trata del dos-punto-cero del modelo ultraliberal?

La llamada flexibilidad laboral está contemplada en su próximo gobierno, así lo consigna la publicación de su programa económico, sin embargo es necesario el debate mediático, ante las cámaras de TV, enfrentado con sus contendores que no coinciden con su programa económico, con todo el mundo escuchando lo que pretende hacer o “perfeccionar” este próximo presidente.

El trabajador que recibe el sueldo mínimo es víctima de una política pública cero-punto-cero. Congelar su monto, como lo han hecho saber la semana pasada los dirigentes empresariales, es bajar de cero, es estar bajo ese límite ya indigno, que el obispo Goic se encargó de ilustrarnos para vergüenza de la clase política y de los dirigentes sindicales. Congelar significa disminuir, puesto que no se contempla la corrección monetaria de acuerdo al IPC.

Si queremos una política dos-punto-cero, los derechos de los trabajadores deben estar a ese mismo nivel, y los derechos políticos de los ciudadanos también: nivel dos-punto-cero, de otro modo es imposible llevar a cabo tal política. Si no se elimina el sistema binominal que facilita el predominio empresarial, y si no se restituyen los derechos de los trabajadores que tenían antes del golpe de Estado del 73, no podemos hablar de política de nivel superior. Se dice que Enríquez no habla nada de eso, si no que más bien, pretende derogar derechos que sobrevivieron a la dictadura y a las 2 décadas de Concertación, vale decir: indemnización por años de servicio, jornada laboral, etc.

Si la Concertación logró implementar el modelo económico neoliberal en el nivel uno-punto-cero, fue posible por la condición cero-punto-cero de los derechos de los trabajadores, que carecían de una ley o le era insuficiente para defenderse de los voraces empresarios. El progreso económico que ostenta Chile, se ha hecho en detrimento del ingreso del trabajador chileno. La desigualdad del ingreso en Chile, es una de las más altas del mundo. Las políticas de Hacienda se hicieron en contra de una clase social, la clase trabajadora.

Fue la propia presidenta Bachelet la que dijo que el costo de la crisis no lo iban a pagar los trabajadores. ¿En qué quedamos entonces?

El trabajador sigue siendo el recurso para salvar, se le expone públicamente entre la espada y la pared: si no queremos aumentar el desempleo, flexibilicemos los derechos de los trabajadores, o lo que es lo mismo bajemos aún más el ingreso de los trabajadores.

Sigamos entonces con que el pez más grande se come al más chico. La gran empresa se come a la Pyme , y la Pyme se come al obrero. El único dato que hay que tener a la vista, es que nuestra economía no es el amplio océano, es más bien un largo y angosto acuario en que los peces grandes terminarán por comerse todo.

El pueblo de Chile tiene derecho a asistir a un debate entre los candidatos, tiene derecho a saber cuales son las diferencias de los candidatos en competencia, pero también tiene derecho a saber cuales son sus coincidencias.


Si Marco Enríquez- Ominami quiere debatir, entonces que dé el ejemplo. Empecemos a debatir con Arrate, Navarro y Zaldívar, empecemos a aclararle la película al electorado progresista.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com/

Antes que Marco Enríquez sobrepase a Frei: lista parlamentaria única

Si desconfiamos en lo que afirman las encuestas, puesto que es sabido el poder de manipulación que se ejerce sobre los encuestados, debiéramos al menos observar con cautela, el efecto que el resultado de estas tiene sobre el electorado. Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo, existe un hecho: Marco Enríquez es un serio pretendiente al sillón presidencial. Este relevante hecho, ha causado efecto sobre las otras candidaturas.

Si antes lo miraban con desdén, ahora lo combaten evitando el debate de ideas; es un serio peligro para las 2 candidaturas establecidas.

Que me disculpe el estimado lector por citar notas de mi autoría, solamente quisiera demostrar empíricamente la eficacia predictiva de la metodología con que trabajo, a saber: el sentido común y simple de las cosas.
La primera escrita el 1º de Mayo recién pasado en que planteo con 45 días de anticipación en su primer párrafo el dilema que se está dando en este momento, y la otra hace 2 meses, cuando en el misceláneo de TV “Tollorrancio Cero” con risitas irónicas y resoplidos desdeñosos tocaban tangencialmente esta candidatura que consideraban irrelevante, entonces poníamos sobre la mesa, la necesidad de tomar en serio esta opción.

Ahora, con el 20% alcanzado por Enríquez en la última encuesta, cuando ni siquiera inscribe su candidatura, está adelantando una noticia que nos dejará perplejos, ya no se trata que sobrepasará a Frei en las encuestas próximas, si no irá más allá, lo derrotará holgadamente en la primera vuelta.

A todo esto, personalmente Enríquez no me convence, estoy con Jorge Arrate. La Izquierda no debe desperfilarse con los movimientos que se suceden entre los que han estado gobernando por 2 décadas, debe mantener su carácter y vinculación con los pobres, los estudiantes, los débiles, y los humillados, dentro de los cuales se encuentran los trabajadores de Chile ciertamente.

La Izquierda debe fortalecer relaciones con las otras fuerzas políticas marginales, no debe enfrentarlas, puesto que la lucha se está dando dentro de la Concertación. El fenómeno de recambio, de rebeldía, es un fenómeno de trasvasije que atañe en forma principal al electorado de la Concertación.

Existe repudio generalizado hacia la forma en que se han hecho las cosas, el control político ha ahogado a la propia Concertación y Enríquez-Ominami, es depositario de ese clamor popular, nos guste o nos disguste.

De manera que considero pertinente, propiciar un trato respetuoso entre los candidatos en disputa, no hay que perder de vista que existe la 2ª vuelta, en que será necesario que las fuerzas progresistas apoyen decididamente a aquel que gane en su sector en la primera.

Verdaderamente proponer levantar una lista única parlamentaria, a pesar de que sería la manera óptima de vivir los vicios del sistema binominal, es un despropósito. Un despropósito teniendo a la vista la realidad: todos quieren ser candidatos a diputados y senadores, especialmente los que ya lo son, y solamente hay cabida para 2 por circunscripción y distrito respectivamente. Nadie quiere dar un paso a un lado, predomina el interés personal sobre el general.

Sería ingenuo apelar a la generosidad, a la prudencia, al más alto sentido cívico. A la sensatez..

Sin embargo es un imperativo, que los disidentes, los díscolos y los excluidos, converjan en una sola lista si no queremos una debacle en la próxima configuración en el Congreso Nacional. Mal que mal, es el poder del Estado que hace las leyes que nos obligan a todos.

Sabemos de sobra como manejan los conflictos y los acuerdos los próceres de la Concertación, los hemos visto contra los empleados públicos, contra los profesores, y ahora contra los secundarios. Primero los descalifican, los debilitan, intentan dividirlos, hacen montajes, mienten, y finalmente ceden con un lastre de pérdidas innecesarias. Luego hacen trampa cumpliendo a medias.

Este escenario no es posible crearlo con marqueting o con encuestas truchas, puesto que es el escenario de la realidad. La Derecha hace lo suyo por su parte, es evidente que han inflado a Enríquez en los medios de comunicación que dominan sin contrapeso, pero seamos sensatos, el fenómeno Marco no es un invento de la Derecha.

Ya será el turno de Enríquez en la segunda vuelta, ya dirán que es muy joven e inexperto, que no se le puede entregar los destinos de la Nación a un niño, etc, etc. Apelarán al electorado conservador de Frei, les harán proposiciones deshonestas. Habrá actos obscenos. Traiciones.

Creer que para la Derecha es más fácil vencer a Enríquez que a Frei en la segunda vuelta es una arbitrariedad. Se decía en las elecciones en USA que para el candidato republicano era más fácil vencer a un negro que a La Clinton, la Historia reciente se encargó de desmentir esa antojadiza premisa. En Chile se volverá a desmentir.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com

miércoles, junio 03, 2009

Hagamos una cosa bien hecha

Una vez leí que Michael Moore se había arrepentido de apoyar a un candidato alternativo, no apoyó a Al Gore que disputaba con Bush la presidencia de USA, no quiso acceder al chantaje que le reclamaban sus amigos demócratas, y se sentía algo responsable por haber facilitado uno de los gobiernos más sanguinarios y nefastos de toda la historia de EEUU, ya que ese pequeño porcentaje que alcanzó su candidato y el afán en que ello se gastó, bien podría haber cambiado la Historia de la humanidad.



Afortunadamente en Chile existe la segunda vuelta, de modo que es posible contener el chantaje, es posible y hay tiempo para sincerarse antes de llegar a decidir el voto final.

Verdaderamente resulta grosero el llamado de Escalona a mantener la fidelidad a los postulados de la Concertación, y resultan conmovedoras en cambio las palabras de Eduardo Frei por mantener la bandera de su quijotesca candidatura al tope.

No es necesario consignar aquí la responsabilidad del senador Escalona que le ha cabido en el deterioro de las relaciones en el interior de la alianza oficialista, él es el máximo exponente, la personificación, el catalizador de la situación que vivimos actualmente.

Él ha sido muy torpe, y la única alternativa que le concede la decencia, es la de seguir el ejemplo del compañero Altamirano: el ostracismo.

Si Frei cree sinceramente que todo se va a la cresta, que la Concertación se va literalmente a la cresta como afirma categóricamente el camarada Caco Latorre, si Camilo Escalona se pone a hablar huevadas, entonces hagamos una cosa bien hecha:

Sinceremos nos.

Si se trata que nos encontramos verdaderamente en el dilema de la vida o la muerte, ¿entonces por qué humillar a los Humanistas hasta el límite?

¿Por qué esa falta de delicadeza?

¿Por qué humillar a los profesores para pagarles el bono SAE, por qué ese afán de quebrar el movimiento popular?

¿Por qué esa obsesión por debilitar siempre al pueblo?

¿Está acaso en el manual de los cortapalos eso de extremar las cosas hasta malograrlas?

¿Acaso el cínico no dijo una vez que era necesario escuchar la voz del pueblo cuando necesitó sus votos para ganarle a Lavín?



Vamos por partes, si queremos entendernos: borrón y cuenta nueva.

Convoquemos a un gran pacto nacional, por un lado la Concertación, con su candidato Eduardo Frei, que no debe por ningún motivo aflojar el centro político que es la obsesión de Piñera, y por otro lado los candidatos de la disidencia no derechista, vale decir: Zaldívar, Marco Enríquez, Alejandro Navarro y Jorge Arrate.

Este pacto tendría como su mínimo común múltiplo, una lista parlamentaria única.

Tal lista, ya que las exigencias del binominal no acepta más de 2 candidatos por lista, sería: uno para la Concertación, y otro para los disidentes.

De otra manera, no veo por ningún lado que le podamos a ganar a la Derecha.

Juega Concertación.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es


http://blogdintrans.blogspot.com/