viernes, octubre 28, 2011

Educación gratis ¿es mucho pedir?


Garantizar el derecho a la educación sin costo parece ser un despropósito, así lo han dejado ver las autoridades de gobierno justificándose de las demandas que más de medio Chile reclama. Los estudiantes serían unos irresponsables que están exigiendo algo imposible para un país como el nuestro, a pesar que en países vecinos equivalentes eso se da en forma natural, eso de garantizar el derecho a la educación, ese algo que sin embargo fue posible en el pasado, en un Chile mucho más pobre que el actual.



De modo que los estudiantes, esos molestos intransigentes, que tienen a Chile alborotado desde hace 6 meses, deben ser derrotados. El gobierno está jugando todas sus cartas para ganar esta batalla, una batalla contra la educación gratuita, no contra los estudiantes. Hilando más fino, una batalla contra los responsables de garantizar este derecho, es decir una batalla contra el gobierno que pretende ganar el propio gobierno, es decir un triunfo contra si mismo, que no es más que una derrota inflingida al país que pretenden gobernar.

Es por esa razón, que los platos rotos, los destrozos en las batallas campales entre estudiantes y carabineros, estúpidamente sus voceros oficiales, quisieran culpar de ello a los reclamantes, sin tener la menor autocrítica de la responsabilidad que ellos tienen, de ser refractarios a lo que reclama el pueblo que en forma mayoritaria se está manifestando y que ordenan reprimir.

Lo peor de todo es que los parlamentarios que se autodenominan de oposición, no ejercen la función para la cual han sido elegidos, es decir, la de defender al pueblo y fiscalizar los actos públicos erróneos de sus gobernantes. ¿Alguien ha preguntado cuánto nos ha costado a los contribuyentes cada bomba lacrimógena, cuánto nos cuesta un helicóptero rondando las manifestaciones, cuánto nos cuesta el combustible de guanacos y zorrillos, cuánto nos cuesta utilizar todo ese contingente policial? ¿Cuánto nos cuesta cada palo, cada traumatismo que sufren nuestros jóvenes?

¿Existe acaso una investigación de la Contraloría , alguien está enjuiciando la torpeza de las autoridades, su incompetencia, su irresponsabilidad, su intransigencia? ¡Quién debe pagar los costos carajo!

El gobierno es farandulero, le es más rentable a corto plazo hablar de violencia que del problema real que debiera enfrentar, es decir, la educación. Mediante los medios de comunicación que domina sin contrapeso, exhibe como una prueba elocuente el incendio de un bus del Transantiago, que independientemente de quién lo haya incendiado, es un bus que está debidamente asegurado, es decir, es un chiste. Sin embargo, el año escolar de una gran cantidad de estudiantes chilenos no está asegurado, y esto, es de exclusiva responsabilidad del gobierno de turno, es decir de los mismos que se niegan a solucionar el problema. Pasará a la historia este gobierno como el gobierno que dejó que se perdiera un año de educación. ¡Un año en que el aprendizaje se detuvo!

Los representantes populares, que han sido elegidos como todo el mundo sabe mediante un sistema que adultera la votación ciudadana, permitiendo la sobrerrepresentación de coaliciones que han demostrado su servilismo a los señores poderosos, a la clase alta que nos domina, se permiten escandalizarse porque parte del pueblo irrumpe en sus reuniones y altera el orden en la sala, sin embargo en el pasado reciente, no les ha incomodado para nada, que circulen libremente por los pasillos del Congreso los lobbistas para asegurar votaciones de leyes, que se sienten entre los senadores, como fue el caso del Oscar Guillermo cuando se votó leyes que podían afectar los intereses de Telefónica a los cuales servía en su más alto cargo. ¡Garretón y Enrique Correa alteraron algo más que el orden de la sala del Senado de la República y nadie dijo nada!.

Chile merece algo mejor, su pueblo se lo ha ganado en las calles.

domingo, octubre 16, 2011

La ultraderecha no quiere negociar, quiere la rendición



Publicado en elclarin.cl el domingo 2 de Octubre 2011

La ultraderecha no quiere negociar, quiere la rendición



En medio del sopor de la impopularidad que marcan las últimas encuestas, la fría determinación de la UDI , que ha desembarcado con éxito en medio del “gobierno de excelencia” de Piñera, tomando el mando del gobierno, repartiéndose el botín de acuerdo a la rigurosidad de los códigos filibusteros, maniatando a los 2 pilares con que contaba el presidente - Hinzpeter y Larraín-, y con el poder suficiente como para jamás retroceder un centímetro de lo que dicta su ADN, es decir, el que llaman “principio de subsidiaridad ”, consagrado en nada menos que el Cap I de la Constitución de su mentor, el difunto general Pinochet:
 
"... El Estado reconoce y ampara a los grupos intermedios a través de los cuales se organiza y estructura la sociedad y les garantiza la adecuada autonomía para cumplir sus propios fines específicos…”

La ultraderecha ve en el dilema planteado por las fuerzas sociales que manifiestan su rebeldía en las calles - los estudiantes secundarios, los universitarios-, como una oportunidad para “sincerar” el estado de las cosas, es decir, hacer los ajustes legales, para que el lucro en la educación, y después en la salud, sean el motor de lo que llaman desarrollo económico, progreso.

Chadwick no es el vocero, es el mandante. A todo esto ¿dónde está Hinzpeter?. Felipe Larraín en cambio, ha salido más duro, ha dejado en claro en cuanto foro ha asistido, que no está disponible para el populismo, en clara alusión al ministro de Economía que se ha dado ciertas licencias en el desempeño de la envestidura que le da su nuevo cargo.

Asistimos a una controversia doble, una en el corazón del gobierno por el control del timón, y la otra en  los estudiantes movilizados. Los estudiantes se debaten entre la política de 2 pasos adelante y 1 atrás, versus la gratuidad de la educación como un derecho. No es sensato después de poner en jaque al gobierno, que los estudiantes se conformen con más becas y con rebajas en las tasas de los créditos para financiar sus estudios, sus estudios por derecho consuetudinario y por justicia debe ser financiado por el Estado.

 ¡ Ni un paso atrás estudiantes, no acepten la vuelta a clases mientras no se garantice la gratuidad! Tienen el sartén por el mango, ¡hagan honor a su rebeldía, no acepten los dictados del comité central del partido!

Las encuestas lo dicen, existe una crisis de representatividad en el sistema político, las fuerzas sociales han  alcanzado un protagonismo sorprendente, la llamada clase política tiene claro que bajando  a las fuerzas sociales recuperarán el protagonismo que expresamente les niega la ciudadanía cuado es consultada. Concertación y gobierno están de acuerdo en que el protagonismo debe volver a ellos, para hacer lo que han hecho en las 2 últimas décadas: asegurar y reproducir el sistema neoliberal, cuya matriz es el principio de subsidiaridad propagado por la ultraderecha desde cuando se autodenominaban  “gremialistas”, desde cuando eran considerados ultra-derecha.

René Dintrans

miércoles, octubre 05, 2011

Vino tinto


suave terciopelo
a las puertas
del país de los sueños

al paso voy
subiendo o bajando
por el sinfín

cruje
el corcho que corre
como un poema
que necesita ser visto

al aire los secretos
atesorados
para deleite del olfato

los anillos giran
saliendo en columnas
por el cristal
del sorprendido cáliz
y
danzan como delfines
en el breve océano
que existe en mi copa

salud
por la mano que calibra
lo que la cepa filtra

por el trago que riega la garganta
antes que se extingan las voces

por trasladarme hasta los límites
del misterioso claro de luna

sin más orientación
que los 4 sentidos
palpitando a toda máquina