NO TE MUERAS NUNCA, NICANOR PARRA
Autor: René Dintrans Alarcón - miércoles, 11 de octubre de
2006
Fuente: http://www.elclarin.cl
Nicanor Parra está siendo sometido al “Juicio de Residencia”
producto del impacto que dejó en algunos la polémica exposición de sus “Obras
Públicas” en el ex-bunker situado en el bajo fondo de La Moneda y que fue visitado
por cerca de 200 mil personas.
Al parecer, cualquiera puede disparar contra Nicanor y nadie
quiere quedarse sin lanzarle una pedradita. No es mi intención salir en defensa
de Nicanor Parra, aunque ganas no me faltan, porque de pronto es chocante que
no se considere que Parra es un intelecto superior, un ícono de la poesía
universal, de esos que habitualmente no se consigue 1 solo entre 16 millones de
habitantes, en un intervalo de 200 años y acaso con la ayuda de la Santa Patrona.
Desde luego, está claro que la crítica, le hace a Nicanor lo
que el agua le hace al pescado. Él se retro-alimenta de ella, en eso consiste
su trabajo, puesto que sus “Poemas y Antipoemas”, son un intento verdadero de
aniquilación de su poesía (su lírica) y sin embargo, el resultado de la
colisión del autor contra sí mismo, en un diálogo aparentemente coloquial,
tiene más fuerza ahora que hace 52 años, fecha de su publicación, en que hubo
que preparar rápidamente una segunda edición.
Nicanor Parra colecciona críticas, él desde siempre provoca
a los críticos, se aprende de memoria las que llaman su atención y seguramente
con ellas retoma su trabajo de reciclaje. Yo me acuerdo que una vez citó de
memoria al cura Salvatierra que oficiaba de crítico en el conservador Diario
Ilustrado y que decía que Nicanor Parra no era inmoral, que era demasiado sucio
para ser inmoral, que un tarro de basura no era inmoral, etc. Pues bien, el
cura tenía razón, Nicanor desde hace rato venía trabajando con lo sucio, con lo
feo y ya no era el tiempo de ejercer la crítica sobre el bien o el mal, sobre
lo moral o lo inmoral; para eso ya habíamos tenido a Baudelaire, enfrentando
esos juicios, lo que le costó como sabemos, su propia libertad, por presentar
sus flores malditas, sus flores inmorales. Imponiéndose al final de cuentas, la
idea de que lo malo o inmoral también puede ser bello.
Baudelaire amplía el campo de la poesía, interpreta a su
época haciendo su inconmensurable aporte y a mí me parece que el aporte de
Parra, es análogo al que hizo Baudelaire ya que amplía el campo de la poesía a
lo feo, a lo sucio, a lo humorístico; claro está, que la habilidad del poeta
consiste en dosificar cierta lírica consiguiendo un equilibrio que cautiva al
lector, se vale de ciertos trucos como ese de reemplazar términos del habla
común (forma) por otros que escoge con pinzas y que son claves para entender,
para dar cuenta de una época que pretende ocultar lo feo, lo sucio, lo
despreciable, lo fracasado. Es como si hubiera varias voces detrás de sus
escritos, todas atentas para mantener entusiasmado al lector, para mantenerlo
informado de lo que está pasando en lo que va del siglo. Es también, como la
puesta en escena de una lucha de catch, en que los que fielmente concurren al
espectáculo jamás se quedarán dormidos, porque el que dirige detrás de las
bambalinas (o el que se ríe detrás de una silla) está atento para hacer cambios
de luchadores. El público se reconoce así mismo en los diálogos disparatados
que se lanzan estos personajes, toma partido, se ponen en movimiento sus
emociones. Puede llorar y reír al mismo tiempo. Y debe aprender a entender
estos espectáculos.
Nicanor Parra se alimenta del hablar del pueblo, pero a la
vez, realiza un trabajo de detallado conocimiento de la poesía Castellana, de
los tremendos poetas que ha tenido Chile poseyéndolos y finalmente
conteniéndolos. Luego se presenta al país y al mundo con una poesía totalmente
nueva, que exige al público aprender a conocerla, a leerla a saber lo que está
diciendo y ese público está dispuesto a hacerlo, porque ha sido introducido por
una primera lectura que le fue muy placentera.
Permítaseme parrafrasear a Parra diciendo una gran verdad,
que seguramente él ya lo ha dicho o se lo ha callado:
Poemas & Antipoemas unidos, jamás serán vencidos.
1 comentario:
René:
Felicitaciones por este trabajo, tan bien expuesto y que realmente entrega ciertas claves para apreciar mejor esos anti-poemas del maestro. Permíteme compartir aquí unos versos en honor a don Nicanor Parra:
GRANDE, DON NICANOR
Grande Don Nicanor,
el Cervantes para usted.
Después o antes,
con el tiempo y qué.
la cosa vino por ahí;
pero más que eso,
Se le aprecia por sacarle brillo a las palabras
y por hacer del verso
un tentempié jugoso, con el sabor
del plato humeante.
Una larga vida;
maestro de los ángulos del verso,
ayer al Nobel, y pasó el tren.
Es que había otro destino.
Nuestra lengua lo reconoce
y ya no es un "parece".
El viejo Cervantes le sonríe con un guiño de ojo.
Alguien tenía que venir
a sacarle la punta al lápiz
y transparentar las palabras
al trasluz de la cebolla.
Grande don Nicanor
felicidades por usted.
E.D.A
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