Piñera es muy astuto
lunes, 30 de agosto de 2010
No es que sea muy astuto, él hace acopio de todas sus potencialidades para trascender, el quiere ser el mejor presidente que jamás haya tenido Chile.
No es que quiera ser el mejor presidente que Chile haya tenido jamás, él convierte su deseo en obsesión, y su verdadero deseo es ser más rico.
No es que quiera ser más rico, él ya es más rico, ahora es el presidente, y su obsesión, es llegar a ser el mejor. Él quiere ser recordado como el mejor.
No es que quiera ser recordado como el mejor, él no quiere ser recordado, él quiere ser en el ahora, él ya es presidente, y ya es rico. La forma de dar curso a su obsesión, es llegar a ser más,y no puede llegar a ser más presidente porque ya lo es, sin embargo puede llegar a ser aún más rico.
Llegar a ser aún más rico no tiene sentido, puesto que todo es relativo en esta vida, lo absoluto es ser el presidente, y él actúa como tal. Un presidente excepcional es el que toma recursos del Estado para ayudar al rescate de los mineros sin pedirle permiso a nadie, él arriesga ser acusado constitucionalmente por actuar de ese modo.
Un presidente astuto es el que actúa de ese modo, nadie lo va a acusar de nada, el rescate de los mineros no es más que un pretexto, tal como la reconstrucción post-terremoto es un pretexto para obligar a la oposición a no modificar los privilegios tributarios que tienen los grandes empresarios mineros.
Él no actúa en base a pretextos, él tiene un proyecto propio, no es casualidad que sus ministros hayan sido escogidos contra viento y marea del sector académico y no de sus partidos, él siempre está dando golpes de timón, afinando su modelo.
Tampoco es casualidad que de su equipo académico de ministros se repitan varios nombres que figuraron en la “comisión de los 28” que el 25 mayo de 2008 concluyó que “Codelco no daba para más”, y que Codelco debía transformarse en Sociedad Anínima. No es casualidad que esos miembros de la comisión ahora sean los actuales ministros de Hacienda, Economía y Defensa.
Piñera está determinado a llevar a cabo su proyecto.
Sí, su proyecto que es el mismísimo proyecto de la burguesía.
Discúlpa, todo en la vida cumple su ciclo, nada se avanza en la comprensión del fenómeno pronunciando una palabra démodé.
Hubo un tiempo en que todos éramos marxistas, en que todas íbamos a ser reinas. Las palabras caen en desuso, se gastan con los golpes del tiempo, los vencedores son los que rebautizan las ciudades, las plazas, y levantan nuevos templos sobre las bases de los templos arrasados. El mesurado paso la Historia no ha dicho la última palabra.
Pero por favor, qué ha pasado con todos los anuncios apocalípticos, la crisis final; ahí está Chomsky. ¡Qué las AFP habían caído a un pozo sin fondo!; ahí está Riesco. Nadie tiene un proyecto, la Izquierda no existe, la Concertación no tiene nada de nada; el único que tiene claridad es Piñera.
Perdóname, pero el hecho que los trabajadores hayan sido derrotados, que el último contrapoder haya sido diezmado, no significa que no haya límites para los vencedores.
¡Es que ya no hay contradicción! No hay vencedores ni vencidos. Todos tenemos que echarle para adelante, las relaciones de producción debieran ser relaciones armoniosas.
¡Cómo que no hay contradicción! Los vencedores entraron en abierta contradicción con el planeta.
¡Entonces que vengan las masas!
¡Ya vendrán, ya vendrán!
(risas)
Mira, en Internet todavía hay espacio para romper el control de sus auspiciadores. En 24 horas hubo una masiva convocatoria a las calles de Santiago que paralizó la puesta en escena del contaminante proyecto termoeléctrico ubicado en “punta de choros”.
Piñera fue el que paralizó el proyecto, él llegó allí en una lancha para hacerse presente. El contra-argumento deviene rápidamente en su afirmación.
Piñera es capaz de echarse encima a los grandes inversionistas con tal de no romper la armonía de la nueva sociedad. Piñera es capaz de asumir los costos políticos y legales de tomar esa medida, ¡una medida que transgrede el estado de derecho!
Piñera es muy astuto
No es que sea muy astuto, él hace acopio de todas sus potencialidades para trascender, el quiere ser el mejor presidente que jamás haya tenido Chile.
No es que quiera ser el mejor presidente que Chile haya tenido jamás, él convierte su deseo en obsesión, y su verdadero deseo es ser más rico.
No es que quiera ser más rico, él ya es más rico, ahora es el presidente, y su obsesión, es llegar a ser el mejor. Él quiere ser recordado como el mejor.
No es que quiera ser recordado como el mejor, él no quiere ser recordado, él quiere ser en el ahora, él ya es presidente, y ya es rico. La forma de dar curso a su obsesión, es llegar a ser más,...
René Dintrans
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