martes, julio 21, 2009

El baile de los fracasados

No veo nada de malo en fracasar, más bien lo siento como algo necesario. Tanto éxito me pone en guardia, sería impensable un mundo en que los propósitos se cumplieran con sólo nombrarlos, y si es el propósito lo que verdaderamente cuenta, es el éxito o el fracaso lo que necesariamente le sigue. Camilo Escalona dice que la cuarta parte de los militantes activos del PS son fracasados porque están abandonando su partido, él no tiene más que ese juicio para dar cuenta de un fenómeno que amenaza con dejar sin militantes a uno de los partidos ejes de la Concertación, y de paso, en los términos de la relación en que se ubica, se vanagloria de encontrarse a la cabeza de un proyecto sumamente exitoso.

Si nosotros cambiamos de propósito o de proyecto para evitar el fracaso, finalmente terminamos por ser exitosos de cualquier propósito o proyecto, y lo más probable es que lo seamos del propósito antagónico al que adheríamos al principio.

Allende fracasó en su intento de hacer la revolución con sabor a empanadas y vino tinto, pero su fracaso fue con la bandera al tope, jamás la arrió, jamás dejó de ser socialista.

La construcción del socialismo ha fracasado muchas veces en la Historia, se podría decir que Marx, Engels, Bakunin y Trotsky fueron unos fracasados, que los movimientos revolucionarios del siglo 19 en Europa, y que culminaron con la Comuna de París fueron un rotundo fracaso. Radicales, socialistas y anarquistas fracasados literalmente hasta el exterminio. Tuvieron como nosotros los chilenos la Semaine sanglante, tuvieron como nosotros el odio parido de la clase alta, y la vergonzosa colaboración de la clase media.

¿Y para qué tanta cita histórica y alarde de lógica para demostrarle al camarada Escalona que el socialismo chileno ha sido un fracaso, y afirmar de paso que últimamente los socialistas como vanguardia del pueblo han fracasado porque no han sido capaces de defender a la clase trabajadora de la avasallante clase empresarial?

Simplemente para hacerle presente al camarada que se encuentra en un error al hacer tanta declaración inconsistente, para recordarle que de boca cerrada no salen moscas como lo estableció para siempre Nicanor Parra.

Pues el éxito no es aferrarse con dientes y uñas al poder, puesto que es preferible fracasar como socialista que triunfar como neo-liberal.

¿Es acaso un éxito para los socialistas el que existan 3 candidatos a presidente de la República que ayer nomás pertenecían a su partido y que su partido esté apoyando a un DC que fue un entusiasta partidario del golpe que derrocó a Allende?

¿O se considera exitosos a los socialistas porque han tenido que cambiar el lugar de reunión ya que los estacionamientos para guardar sus vehículos no son los adecuados para estacionar sus nuevos 4x4 todoterreno?

Calma, calma poeta calma, no nos vayamos al chancho. No hilemos fino que la atención se desvanece.

Relajémonos con la música popular. Vicentico popularizo la estremecedora letra con ritmo de vallenato de Los Diablitos de Colombia y que escuchó seguramente en algún providencial momento y lugar:

Los caminos de la vida
no son lo que yo esperaba,
no son lo que yo creía,
no son los que imaginaba.

Los caminos de la vida
son muy difícil de andarlos,
difíciles de caminarlos,
y no encuentro la salida…


La Derecha sin embargo ha triunfado a pesar de su fracaso cuando representaba el Sí, ha triunfado a través de la metamorfosis que ha experimentado la Concertación. Y no quiero parecer odioso, pero es la pura verdad, y ha triunfado puesto que ha sido fiel a sus principios, ha defendido con pasión los intereses de su clase, la clase alta.

Jaime Guzmán ha muerto producto de una criminal estupidez, pero sus ideas se han mantenido vigentes, la constitución del ’80 y su modificación posterior plebiscitada, ha mantenido en jaque a los gobiernos concertacionistas, después de 20 años no ha terminado la transición a la democracia, puesto que es imposible que termine, ya que la democracia se obtiene cuando la soberanía vuelve al pueblo, y ese momento no ha tenido lugar aún, porque los demócratas de todos los colores han fracasado. No han sido capaces de darse una Constitución plebiscitada, no han podido darse una Asamblea Constituyente, no han podido eliminar el sistema binominal, no han sabido eliminarlo por causa de su ineptitud o su vocación traidora.

El corolario es la derrota del pueblo, la derrota de la Izquierda.

Por estos días la Concertación se afana en atacar a los que han emigrado, a los “fracasados”. A Nelson Ávila lo vuelven a cambiar desde de la 5ª costa, a la 5ª cordillera, y él colabora olvidándose que sus propios compañeros lo trataron de enterrar cuando acusó a los hermanos Zaldívar de ser lacayos de Anacleto Angelini. A Guido Girardi lo hostigan, lo conminan a desdecirse. Y todos los que intentamos ver un poco más allá de las próximas elecciones nos damos cuenta que Girardi y Ominami serán la clave para convencer al electorado de Marcos Enríquez para que voten por Frei en una hipotética 2ª vuelta en que necesiten imperiosamente de ellos.

Pero no, ellos se están jugando sus puestos, sus jugosos ingresos provenientes de la dieta parlamentaria y también el poder que conlleva el pertenecer a esa selecta casta. No les importa para nada que la Derecha vaya a evitar que la doblen en ninguna circunscripción ni distrito, que habrá un empate entre senadores y diputados, que la derecha se llevará estrictamente la mitad de la canasta. Cuando lo que espera la sensatez política, es la colaboración entre las 2 listas que no son de Derecha.

Ellos que miran solamente hasta la punta de su nariz, no consideran que los emigrados tienen el mérito de abandonar el centro del poder, y no es prometiéndoles puestos de poder el que los hará eventualmente apoyarlos, ya que lo han despreciado de antemano.

Es la colaboración e inteligencia en hacer las listas parlamentarias, lo que puede hacer que la Derecha salga tercera en alguna disputa de senador o diputado, no la competencia suicida.

Por lo pronto, los que somos realistas al no creer que exista un camino viable hacia la realización de nuestras utopías, nos contentamos con influir en los acontecimientos, puesto que realmente no existen los caminos que nos lleven realmente a ningún lado, la historia no es más que la resultante de múltiples fuerzas vectoriales que coexisten en cada determinada sociedad, y nosotros estamos montados en la fuerza del pueblo, que sólo aspira a la libertad. Cada uno en su puesto, cada uno desarrollando su experiencia, colocando su grano de arena, cada uno con sus compromisos concretos.

Debemos convivir en una pluralidad. Nosotros estamos con los débiles, con los humillados, con los mapuche, con las víctimas de la depredación del medio ambiente, con los discriminados, con los excluidos, con las minorías, con todos los que son negados, con los que sienten que tienen derecho a existir bajo el mismo sol que calienta para todos, puesto que Chile es de todos y su riqueza y espacio se debe compartir en armonía.

Nosotros somos la Izquierda, o pretendemos serlo. Nuestro lenguaje no nace de la militancia si no que de la experiencia que se resiste a la sociedad de esclavos consumidores. La utopía neo-liberal también es imposible, ya que el planeta no resiste la expansión, no posee suficientes recursos naturales para sustentarla.

En consecuencia debemos enfrentar los desafíos que vienen y que tienen que ver con la pérdida de libertad para el pueblo de llevarse a cabo lo que se denomina “flexibilidad laboral” que pretende dejar al mercado la regulación del precio del salario, y significa además la expropiación de los derechos sobrevivientes de los trabajadores. Por otro lado, rechazar la pretendida incorporación de la energía atómica a los procesos productivos, que aparte de ser un peligro para la salud de la población, es una potenciación de los recursos entregados a los insaciables tecnócratas que no se detendrán hasta acabar con todo lo que encuentren a su paso.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com

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