El fenómeno político que está vaciando de clientela electoral a la otrora invencible Concertación está a punto de llegar a su total desarrollo, los vasos comunicantes entre Frei y MEO, paso a paso, gota a gota, van igualando sus niveles. Sin embargo, el mayor riesgo que corre la Concertación , es que una parte relevante de militantes activos, dirigentes, y parlamentarios de sus partidos, hagan público lo que se manifiesta ya en forma incipiente: su trabajo hasta ahora anónimo por la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, el efecto sería tal sobre su electorado duro, y los plazos se consumen tan rápido, que la Concertación se daría cuenta de su inminente derrota demasiado tarde.
La ofensiva comunicacional desarrollada en contra de MEO no tuvo el efecto esperado, así las cosas, la Concertación vuelve los ojos hacia sí misma.
Si la Concertación es derrotada en el campo de la primera batalla, su cadáver quedará inmóvil, sus órganos palpitantes acaso estarían a tiempo de ser transplantados, pero el paso de los acontecimientos no ha sido en vano, el ADN concertacionista de la gente de MEO ha sufrido una mutación que hace totalmente incompatible los transplantes. La poderosa máquina del poder dejará de funcionar para siempre. La Concertación estará acabada.
A juzgar por las últimas apariciones públicas del presidente Lagos, una parte selecta de la Concertación no está desprevenida de estos movimientos. No es que su figura de estadista fogueado opaque al candidato que hay, no es el caso aunque también lo parezca, lo que sucede es que se está poniendo a tiempo un recurso que bien podría revertir la situación en un momento o fecha que seguro está fijada.
Si Frei renuncia a su candidatura en favor de Lagos – en política todo es posible-, seguro es que el paisaje aparecerá desde otra perspectiva, de tal forma que el primer efecto sería el reducir drásticamente el fenómeno MEO. El cambio de timón será elocuente, y el nuevo y plenipotenciario capitán no necesitará navegar por azules océanos, ya que las aguas lentamente volverán a ser como en los mejores tiempos. Su figura entrañable – para ellos ciertamente – les devolverá la esperanza como sólo un padre puede lograrlo. Radicales, pepedés y socialistas se mantendrán firmes, y otros volverán al redil a colorear con gusto sus viejos arco-iris.
¿Y a todo esto, si pierden en segunda vuelta qué?
Nada, no pasa nada fuera de perder, ya habría sido suficiente haber dado la lucha y haber tenido la chance de vencer. Cuatro años pasan volando.
No es válida la interpretación que da Marcos Enríquez a las palabras vertidas por el presidente Lagos en Tolerancia Cero. Si bien don Ricardo dijo que si las cosas se daban entre MEO y Piñera, él por ningún motivo votaría por la Derecha , en rigor y acaso en la lógica fría de la política, en ningún momento dijo que votaría por Enríquez. Después se puede decir cualquier cosa.
Si MEO llega a vencer a Piñera en el ballottage, la Concertación será pasado.
En cambio sí el que gana es Piñera, me temo que aún tendríamos Concertación ciudadanos.
Atte. René Dintrans
1 comentario:
Hola Coincido con el artículo presentado, es más tendríamos que hacer un esfuerzo para que sea MEO quien pase a segunda vuelta si o si
Gracias por el espacio
Saludos
Monica
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