EL HOMBRE IMAGINARIO (Nicanor Parra) & MOLIENDO CAFÉ (H. Blanco / José Manzo)
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.
Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
El chaz tristón canción de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios.
Una pena de amor una tristeza
lleva el zambo Manuel en su amargura
pasa incansable la noche moliendo café
Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios.
Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
El chaz tristón canción de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir
Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario.
Una pena de amor una tristeza
lleva el zambo Manuel en su amargura
pasa incansable la noche moliendo café
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.
Cuando la tarde languidece renacen las sombras
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
El chaz tristón canción de amor de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir
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