A donde vas sin tus ojos
a buscarlos, los he perdido
el sol de mañana los secará
así
de tumbo en tumbo
hice el camino en sentido inverso
la fortuna quiso que tropezara
con ellos
a la vuelta de la esquina
humedecidos estaban latiendo
bajo las hojas de unos acantos
y otros que allí se encontraban
hacían turno para lamerlos
a tientas me incliné
y les rogué que saltaran
hacia mis cuencas vacías
conmovidos por mis súplicas
los desdichados les gritaron:
¡Vamos salten!
y alentados de esa manera
regresaron minutos antes
que comenzara una tragedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario