sábado, agosto 15, 2009

Arauco tiene una pena

Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar. Nadie le ha puesto remedio pudiéndolo remediar. Levántate Huenchullán.

Un día llega de lejos Huescufe conquistador, buscando montañas de oro, que el indio nunca buscó. Al indio le basta el oro que le relumbra del sol. Levántate Curimón.

Entonces corre la sangre, no sabe el indio qué hacer. Le van a quitar su tierra, la tiene que defender. El indio se cae muerto,y el afuerino de pie. Levántate Manquilef.

Adónde se fue Lautaro, perdido en el cielo azul, y el alma de Galvarino, se la llevó el viento sur. Por eso pasan llorando, los cueros de su kultrún. Levántate, pues, Callfull.

Del año mil cuatrocientos que el indio afligido está, a la sombra de su ruca lo pueden ver lloriquear. Totora de cinco siglos nunca se habrá de secar. Levántate Callupán.

Arauco tiene una pena más negra que su chamal, ya no son los españoles los que les hacen llorar. Hoy son los propios chilenos los que les quitan su pan. Levántate Pailahuán.

Ya rugen las votaciones, se escuchan por no dejar, pero el quejido del indio ¿por qué no se escuchará? Aunque resuene en la tumba la voz de Caupolicán. Levántate, Huenchullán.



PD 1: Discúlpen queridos lectores del Clarín, yo había titulado la nota que semanalmente les envío tomando prestado el título del poema de Violeta. Cuando lo tuve terminado, sólo por curiosidad busqué su letra. Comprenderán ustedes que al tenerla a la vista, no pude hacer otra cosa que dejar que Violeta Parra nos hablara, reemplazando felizmente el texto previo. No existe palabra más actual y autorizada que la palabra de Violeta Parra.

PD 2 : Ya habrá otra ocasión para establecer claramente, porque al parecer existen dudas, que el que invoca la ley de seguridad del Estado, o la más dura, la ley antiterrorista, es el gobierno de la señora Bachelet.
Decir que los presos políticos son presos comunes, tal como lo hace su ministro de justicia, es una insensatez, es negar que hubo presos políticos en el penoso pasado reciente, puesto que son las mismas leyes las que durante la dictadura encarcelaron a sus adversarios políticos las que hoy justifican asesinatos, encarcelamiento y desapariciones de parte significativa de la elite del pueblo mapuche sin respetar ancianos ni a niños.

PD 3 : La bala de 9 milímetros que penetró por la espalda el cuerpo de Jaime Mendoza Collío haciéndole estallar el pecho en su furiosa salida, no trae solamente pena para sus padres y hermanos, el pueblo mapuche sabrá asimilar ese dolor y sabrá ponerlo al servicio de su causa invencible.

PD 4 : Daniel Parra Carilao, el niño mapuche que fue apuntado en la cabeza por “valientes” carabineros de Chile y agentes de la PDI , difícilmente comprenderá lo que significa ser chileno, cuando lo conminan a entregar “armas” que no encontraron puesto que jamás existieron. Este niño de 10 años, meses antes, cuando se encontraba en su escuela, corrió a la casa de su tío al sentir disparos. Su padre se encontraba herido, Carabineros de Chile le había disparado por la espalda mientras trabajaba con una motosierra en la casa de su hermano. El informe policial que salió publicado entonces en los medios de comunicación, consignaba que un mapuche había sido herido al ser sorprendido por ellos robando madera de la forestal Miminco. El manto mentiroso de la policía se esfumó con las primeras pruebas. (1)

(1) Datos aportados por un informe del Observatorio Ciudadano y citado en Punto Final nº691, pag. 8-9, por el periodista Pedro Cayuqueo.


PD 4 : El casco y el chaleco antibalas del homicida del comunero Mendoza Collío, asignado a las fuerzas de elite de Carabineros, el GOPE, son mostrados frente a las cámaras de la tele - en un procedimiento totalmente irregular - , como “la prueba” de que el funcionario habría sido agredido con los perdigones de una escopeta manipulada previamente por la víctima. Verdaderamente un simple análisis visual y de sentido común, no puede admitir que esas incrustaciones de perdigones hayan sido disparadas desde una distancia razonable en un enfrentamiento, 20 o 30 metros tal vez; esos impactos, por su profundidad y cercanía entre sí, debieron haber sido disparados a escasos centímetros. Ya veremos cuales serán los resultados de las pruebas balísticas. Realmente, no sería la primera vez que se hace un montaje para criminalizar a jóvenes mapuches o para exculpar a sus verdugos.


Atte. René Dintrans
erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com/

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