Debate presidencial

Debate presidencial: Un solo ganador (1), un solo perdedor (2)



Notas al pie:



(1) Arrate. Arrate es la Izquierda. La voz de la Izquierda cautivó a los televidentes. Todo el mundo reconoce el hecho, la voz de Arrate era la voz de Allende. La palabra reencontrada ha comenzado a hacerse cargo de la situación de injusticia en que se encuentra el pueblo chileno. El pueblo chileno reconoce su palabra. Los trabajadores, los despojados, los humillados, los sometidos por el orden de las cosas se han beneficiado de unos pocos momentos de auténtica democracia. Arrate es la esperanza del pueblo.



El proyecto de Arrate no se agota en su minuto feliz, su minuto feliz nos indica que la Izquierda ha sido silenciada por mucho tiempo, que ha sido aislada, bloqueada por los medios informativos y por sus propios errores. La voz serena de un hombre que no ambiciona el cargo al cual postula, es la voz de la tribu. Su candidatura está en otra dimensión, y solamente se justifica porque ha sido capaz de imponer su voz. El camino es largo, no termina con el resultado de la carrera. Arrate seguirá corriendo, seguirá avanzando hacia la unidad de la Izquierda. Los últimos acontecimientos así lo auguran, la bajada del senador Navarro da cuenta de ello, ha vuelto la sensatez. Navarro es el único senador con que cuenta el pueblo. Arrate es la Izquierda.



(2) Piñera. Piñera es la Derecha. La Derecha ha tenido un mal día, en igualdad de condiciones pierde. Su habitat binominal no resistió salir de la burbuja por unas horas.



Como era de esperar, su discurso se redujo a la delincuencia, su caballito de batalla fue la metáfora de “la puerta giratoria cerrada con candado”. Sebastián Piñera insistió 3 veces durante el programa en esa figura. Esto no fue casualidad ciertamente, ellos saben que en Chile a pesar de ser el país más seguro de la región, el tema de la delincuencia es prioritario entre los encuestados, diariamente es el más tratado por diarios y revistas, programas especiales y noticieros centrales de la TV. Impactantes imágenes de la acción delictual que se desarrolla preferentemente en los barrios altos de la capital azuza la paranoia de la “seguridad” que se ha instalado entre la mayoría de la población, y por lo tanto de los electores.



Entonces esa puerta giratoria que “permite” entrar y salir sin mayor obstáculo a los delincuentes de las cárceles sería inmovilizada por un candado.



Si tratamos de reproducir en rigor el modelo verbal expresado en la figura empleada por el candidato que quiere identificarse con la mano dura hacia los delincuentes, la “drástica” medida implica sólo 2 posiciones.



En la primera la puerta queda permanentemente abierta, lo que posibilitaría un tránsito muchísimo más expedito de los delincuentes, y la otra posición, es la de quedar permanentemente cerrada, es decir, nadie puede salir, pero tampoco entrar.



Este evidente error en el modelo semántico utilizado por Piñera, puesto que su cabal comprensión lleva a la negación de los propósitos que expresa, constituyó el augurio de su malograda participación en el primer foro presidenciable televisado para todo el país.



Piñera comenzó a desfigurarse cuando Marco Enríquez anunció que también existían delincuentes de cuello y corbata, y que estos actuaban impunemente en el mundo financiero. El botín capturado a los inocentes ciudadanos por los que tienen el control del crédito es de muchísima mayor cuantía que la que consiguen lanzas, asaltantes y cogoteros durante períodos iguales.



El candidato de la Derecha se desmoronó cuando Frei comunicó el informe anual de transparencia. Chile pierde frente al mundo cuando existen esas prácticas entre los gestores económicos, esa de usar información privilegiada para hacer negocios. Nuevamente el mismo modus operandi, la audacia de Piñera lo lleva a pagar la multa, su colega Cueto prefiere el camino judicial que pagar una multa cuyo monto es la décima parte de la que pagó rápidamente Piñera. Cueto pierde.


Se repite lo del banco de Talca, Calaf apela por el mismo delito imputado a Sebastián Piñera por el juez Correa Bulo, sigue el camino judicial que lo lleva finalmente a la cárcel. Piñera con una inédita leguleyada y escondiéndose por 24 días del juez, salvó libre.



Inequívocamente, es la puerta giratoria la que permite salvar.



Atte. René Dintrans

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