miércoles, junio 09, 2010

Secuestro de ideas o neoliberalismo presentable

La paternidad intelectual de las ideas es por estos días objeto de encarnizada disputa. El desconcierto post derrota electoral del último gobierno concertacionista ha confundido a sus propios líderes tanto como a sus pares vencedores. A menudo escuchamos a voceros del gobierno actual quejándose de su suerte, criticando todavía su propia conducta puesto que dan a entender que ha sido determinada por la de sus antecesores, y por que no decirlo, también por los efectos del “bendito” terremoto.

Resulta inexplicable escuchar a líderes vencidos defenderse como si ellos estuvieran gobernando, y asumiendo extrañamente la responsabilidad de las consecuencias desoladoras de uno de los terremotos de mayor magnitud registrados en el planeta. En alto contraste, el nuevo presidente eclosionado durante el cataclismo, ostenta una indumentaria pertinente a su providencial rol de súper- héroe.

Un presidente “todoterreno”, un tractorista, voluntario rescatista, un carabinero de fuerzas especiales, un policía en lucha contra el narco-tráfico. Para otros, no es más que la proyección del dueño de la empresa que se viste con la camiseta y el logo de su negocio para hacerse el simpático con los operarios, vendedores y despachadores de su plantel.

La nueva imagen del nuevo presidente es comparada tácitamente con la de la ex-presidenta. En un lugar conocido por todos- Onemi-, se escuchan los primeros diálogos de la reacción de gobierno frente a los embates del cataclismo. La tierna y protectora presidenta queda reducida a una “pajarita” que aparentemente no sabe qué hacer frente a la gravedad de los hechos.

Es así como se presenta en el escenario post-traumático la urgente política de posicionar “temas”, de anunciar proyectos, y la de amenazar con otros aún más luminosos para la celebración del bicentenario. Son las viejas ideas que desarrolló la Concertación y que ahora se reciclan con beneficio de inventario por el audaz equipo encabezado por Piñera.

Desde el “énfasis en lo social” del presidente Aylwin, pasando por el “crecer con igualdad” de Lagos -que se transformó en la práctica en el crecer con la mayor desigualdad jamás conocida- y por la famosa “política de protección social” desarrollada por Bachelet cuyos logros más visibles fueron los famosos bonos compensatorios para un estado generalizado de injusticia social provocado paradójicamente por las políticas públicas impulsadas invariablemente por todos los ministros de hacienda de la Concertación que degeneró finalmente en el “bono marzo” que puso en la mesa de juego el astuto candidato Piñera terminando finalmente en un ridículo bono para los que cumplan 50 años de matrimonio lanzado siendo él ya presidente.

Todo esto que se reclama como propio, no es más que forma. No hay aquí contenido, no son ideas ni proyectos propiamente tales, es sólo maquillaje para hacer presentable el modelo económico impuesto por Pinochet; por la misma razón es que estas formas son susceptibles de ser secuestradas, re-dibujadas y recicladas por cualquiera que quiera darle la misma función. Tanto es así, que hasta el terremoto pierde su significado natural, vaciándose su contenido para transformarse en una potente imagen al servicio del verdadero y único proyecto: la de hacer presentable y justificado el capitalismo salvaje.


Después de todo o nada, no creemos que sea pertinente tomar partido en esta frívola lucha de paternidad sobre ideas o proyectos.

El único partido que sería sensato tomar, es seguir combatiendo al verdadero proyecto que existe detrás de esas formas. El modelo está pidiendo flexibilidad laboral y ciertamente flexibilidad medio-ambiental, está pidiendo la enajenación de los recursos naturales que posee el estado que es de todos los chilenos. El orden burgués requiere ponerse al día, toda consideración sobre preservación del medio ambiente impulsada antes por la Concertación y ahora por el gobierno de Derecha no son más que consideraciones mínimas para que funcione el “negocio”, algo así como hacer rentable la gallinita de los huevos de oro evitando que entre en la UTI.

Con todo, hubo un día en que la Concertación representó una esperanza. No fue un día en realidad, fue una tarde.

Era esa tarde en que el pueblo celebraba el triunfo electoral en el plebiscito del sí o no, era el triunfo sobre la abyecta legalidad materializada en la seudo Constitución del 80, y era naturalmente el triunfo sobre su modelo económico que había sido instalado a la fuerza. Era de verdad solamente ilusión de victoria.


Al otro día, de madrugada, los líderes de la Concertación estaban de rodillas. El mismo dictador se jactaba de que él esperaba una reacción más radical de los “vencedores”, y hoy, la Derecha que ha vuelto a ejercer el poder que le permite la dirección de gobierno, se ríe de la Concertación que no fue capaz de levantar las ideas que ellos ahora recogen y proyectan.

La Concertación tal como se presenta hoy no puede aspirar con confianza a ser nuevamente mayoría si es que no vuelve a sus principios, y sus principios no estaban de modo alguno con los explotadores sino que con los explotados, estaban con los débiles y no con los poderosos, estaba con los pobres y no con los ricos. La causa de una legítima oposición a la Derecha debe ser la causa de los trabajadores, único antipoder que se dispone para enfrentar a los beneficiados por el modelo.

Creer que volver la mirada hacia los ciudadanos haciendo puerta a puerta o activismo de salón sería la panacea me parece un despropósito, una falsa expectativa. Los ciudadanos como tales son lentos de reacción, son quitaditos de bulla. Sin embargo apelar a las condiciones en que se desenvuelve ese mismo ciudadano en los diferentes roles en que actúa en sociedad no es descubrir la pólvora, es volver al sentido que han tenido desde siempre las luchas sociales.

Estar al lado de los trabajadores mal pagados y apoyar políticamente sus luchas es amenazar el orden de las cosas, estar al lado de los consumidores de servicios de las empresas de gas, luz, agua y teléfonos y modificar las leyes que permiten el abuso generalizado sobre los usuarios puesto que esas leyes han sido diseñadas para ellos en los últimos 30 años, es poner en jaque el modelo. Estar en la defensa del medio ambiente en que vivimos, y legislar para su auténtico resguardo de la gran producción devastadora es amenazar el orden económico.

Toda oposición a la Derecha pasa por oponerse al modelo económico. De manera que si se pretende otra cosa, la dispersión de la oposición seguirá su camino natural, unos para la casa, y otros a engrosar el apoyo a Piñera.


Atte. René Dintrans
erredintrans@yahoo.es





Comentarios



Bedo Cáceres Carrasco - Reflexión 2010-06-03 10:15:33

Reflexión.
Que la concertación vuelva a sus raíces, que se oponga al sistema
económico y defienda un sistema de explotados y explotadores, es simplemente
volver al pasado.

Comentarios de esta naturaleza son los que dañan y pretenden envolver, enrarecer y encubrir sus tergiversadas intensiones de la lucha de clases, que claramente han sido un fracaso en el mundo comunista.

En realidad la concertación tiene que modernizarse, interpretar el sentir de la gente. Ellos buscan tener las mismas oportunidades, derecho a la salud, buena educación y
tener el mismo valor que todos.

Estos comentarios son el rezago de la politiquería que buscan aparecer como que se lo saben todo y en realidad no saben nada. Hoy se impone la preparación especializada, técnica y científica en todo orden de cosas. Cada quien tiene que hacer lo suyo, pero de ninguna manera pretender que sin saber nada pretenda hacer de todo.

El equipo de excelencia que rodea al presidente actual, es lejos el mejor que ha tenido presidente de Chile. Lo mejor que se puede hacer es dejar gobernar y colaborar para que todo salga bien en beneficio de todos los chilenos.

Carlos Carrasco 2010-06-04 13:26:18

El sistema de explotados y explotadores, (que en esencia es el sistema
capitalista neoliberal) lamentablemente está más vigente que nunca, otra cosa es
que la idiotización colectiva a que nos someten los medios pretendan enmascarar
este hecho o ¿acaso los índices de equidad son muy ejemplares en Chile? país
donde en la práctica tres o cuatro personajes son los dueños del país?

Precisamente es el secuestro de idearios sociales por parte de la derecha,
la estrategia para hacernos digerir la explotación, o ¿Piñera realmente ha
tocado el bolsillo del gran empresariado o de las mineras transnacionales para
financiar la reconstrucción? en la práctica sabemos que no, a pesar de que los ilusos lo sigan creyendo.

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