Echo de menos a la clase obrera
La otrora joven y vigorosa clase obrera brilla ahora por su
ausencia, ahora que los jóvenes han logrado tomarse las calles y las plazas,
ahora que han logrado burlar el cerco periodístico de “ La Tercera & El
mercurio”, y el monopolio informativo de la TV , pintando sus blancas letras en las vistosas
carrocerías de los buses del Transantiago para informarnos con sus fugaces
frases: “la tele miente, apágala”, “no al lucro en la educación”, “Lavín
estudió gratis”.
Ahora que es posible cambiar las cosas para un futuro digno
- para el propio futuro de la clase trabajadora y sus hijos -, ellos, no se
encuentran en el horizonte para aportar con su decisiva fuerza.
No están aquí los obreros de la Construcción , de las
fábricas. No están presentes las super-explotadas cajeras de los
super-mercados, las empleadas de los malls, de las cadenas de farmacias. No
están tampoco las víctimas de los terroríficos créditos de las multitiendas,
las víctimas del terrorífico Dicom, de
las terroríficas tarjetas de crédito, no están los trabajadores mineros ni los
portuarios. No están los empleados públicos, de la salud, de los municipios.
Ahora es el momento propicio para que tomen conciencia de su
calamitoso estado, para que tengan la claridad que tienen los jóvenes que se
las están jugando, ahora es propicia la chance que se indignen de la situación
que padecen. Que padecemos la inmensa mayoría de los chilenos.
La clase obrera no está porque no quiera estar como
protagonista como el natural contrapoder oponible a la clase dominante, no está
porque ha sido abusada por sus dirigentes, ha sido burlada por los partidos que
habían jurado representarla, ha sido intencionalmente paralizada por los
gobiernos de la
Concertación , que ha hecho de sus líderes unos títeres de
trapo que no valen absolutamente nada.
La clase dominante está alerta al peligro que se les acabe
el festín, por estos días ha facilitado un encuentro del gobierno de los
empresarios con la oposición concertacionista que felizmente fracasó.
La denominada Derecha no acepta un cambio del sistema
electoral que patrocine efectivamente la proporcionalidad y representatividad
ciudadana, es decir, no acepta el término del binominal, no acepta la facultad
de la ciudadanía para ejercer la
democracia directa, no está para que se realicen plebiscitos.
A mí me parece que Piñera tiene los días contados, que no cumplirá los 4 años de su mandato en caso que la clase
obrera se auto-convoque, en el caso que la ciudadanía tome conciencia que el
momento es ahora, que hoy es el tiempo de hacer un nuevo pacto social que
contemple una nueva Constitución, de exigirlo, saliendo masivamente a las
calles, tomándose los espacios públicos, paralizando, resistiendo pasivamente
en el resto de las actividades, poniéndolo entre la espada y la pared.
Presionándolo a realizar lo que la Concertación no fue capaz de hacer, a considerar
lo que la mayoría de la ciudadanía reclama si es que no quiere terminar en forma
abrupta su período.
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