miércoles, mayo 13, 2009

No veo por qué insistir en juntar peras con manzanas, o mejor dicho, el agua con el aceite

De: Roberto Mondaca Andrade
Asunto: articulo del Clarin
Para: erredintrans@yahoo.es
Fecha: martes, 12 mayo, 2009 8:22

Referido a: http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=16382&Itemid=4871





Sr. Dintrans, leo con relativa frecuencia sus reflexiones, coincidimos en algunas. Mi nombre es Roberto Mondaca, soy Médico egresado de la Universidad de Chile y soy parte de esa generación de los ochenta que lo dimos todo por recuperar la Democracia.

Le entregamos en bandeja la conducción a la Concertación, que si bien no era plenamente representativa de nuestros ideales, tenía un programa que contemplaba muchas medidas democratizadoras, pero se le olvidó o lo que es más realista, comenzó a cumplirle a sus sostenedores del departamento de Estado norteamericano y se burló de sus votantes.

En definitiva todos sabemos lo que ocurrió después, la exclusión, la impunidad, la descarada colusión con la derecha golpista para hacer vista gorda de crímenes, robos, pérdida de soberanía entregando nuestras riquezas, el agua, hasta el alma a las transnacionales, etc.

En ese contexto gente como mi familia, gente común y corriente, desconocida, fuimos permanentemente agredidos por ésta Concertación que ya no nos pedía con humildad nuestros votos si no que groseramente nos lo exigía.

Porque votar por nuestros candidatos(comunistas) era darle el voto a la derecha, chantaje al que cedieron muchos e incluso, finalmente los directivos del PC.

Aclaro que yo no milito y por ende mi opinión es de izquierda comunista sin partido. En ese sentido creo que la opción del PC y LA IC de apoyar a Bachelet en segunda vuelta en favor de cinco puntos que ella nunca consideró resolverlos, dejó de lado la reconstrucción de una Izquierda que se había rearmado y ganado una nueva mística después de la primera vuelta. Por lo menos habíamos recuperado el 5% que había perdido Gladys por el chantaje antes mencionado.

Desde mi humilde punto de vista, lo correcto habría sido recomponernos con un programa absolutamente diferente al de la Concertación-Derecha. Antineoliberal. Y no confundirnos con estas negociaciones que no solo nos desfavorecen, sino que convienen a los desesperados concertacionistas que ven en los votos nuestros su tabla de salvación.

Enríquez Ominami es la actual versión de Lagos y Bachelet, no encarna un real cambio, sólo le mejora un poco la cara a la Concertación.

Si él es elegido, no habrá cambio alguno como no lo ha habido con ningún Gobierno del "arco iris".

Tiene la gran ventaja que es joven, pero en su momento la Bachelet la tuvo siendo mujer.¿Dónde están los jóvenes que estarían por impulsar
un real cambio?...

En los dirigentes de la revolución pingüina por ejemplo, el único problema es que no son parientes de Miguel Enríquez ni son parte de la realeza política de este pequeño país.

En conclusión no veo por qué insistir en juntar peras con manzanas o mejor dicho, el agua con el aceite.

Enríquez Ominami es de la Concertación, y como diputado de ese conglomerado hasta aquí ha apoyado muchas de las medidas neoliberales de Bachelet.

Pensar que puede ser el puente entre la Izquierda concertacionista y la Izquierda excluida me parece sólo una ilusión mas de las que nos ha tocado vivir en estos veinte años infernales de transición hacia la consolidación del modelo.

Atentamente , R. Mondaca.

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