miércoles, junio 03, 2009

Hagamos una cosa bien hecha

Una vez leí que Michael Moore se había arrepentido de apoyar a un candidato alternativo, no apoyó a Al Gore que disputaba con Bush la presidencia de USA, no quiso acceder al chantaje que le reclamaban sus amigos demócratas, y se sentía algo responsable por haber facilitado uno de los gobiernos más sanguinarios y nefastos de toda la historia de EEUU, ya que ese pequeño porcentaje que alcanzó su candidato y el afán en que ello se gastó, bien podría haber cambiado la Historia de la humanidad.



Afortunadamente en Chile existe la segunda vuelta, de modo que es posible contener el chantaje, es posible y hay tiempo para sincerarse antes de llegar a decidir el voto final.

Verdaderamente resulta grosero el llamado de Escalona a mantener la fidelidad a los postulados de la Concertación, y resultan conmovedoras en cambio las palabras de Eduardo Frei por mantener la bandera de su quijotesca candidatura al tope.

No es necesario consignar aquí la responsabilidad del senador Escalona que le ha cabido en el deterioro de las relaciones en el interior de la alianza oficialista, él es el máximo exponente, la personificación, el catalizador de la situación que vivimos actualmente.

Él ha sido muy torpe, y la única alternativa que le concede la decencia, es la de seguir el ejemplo del compañero Altamirano: el ostracismo.

Si Frei cree sinceramente que todo se va a la cresta, que la Concertación se va literalmente a la cresta como afirma categóricamente el camarada Caco Latorre, si Camilo Escalona se pone a hablar huevadas, entonces hagamos una cosa bien hecha:

Sinceremos nos.

Si se trata que nos encontramos verdaderamente en el dilema de la vida o la muerte, ¿entonces por qué humillar a los Humanistas hasta el límite?

¿Por qué esa falta de delicadeza?

¿Por qué humillar a los profesores para pagarles el bono SAE, por qué ese afán de quebrar el movimiento popular?

¿Por qué esa obsesión por debilitar siempre al pueblo?

¿Está acaso en el manual de los cortapalos eso de extremar las cosas hasta malograrlas?

¿Acaso el cínico no dijo una vez que era necesario escuchar la voz del pueblo cuando necesitó sus votos para ganarle a Lavín?



Vamos por partes, si queremos entendernos: borrón y cuenta nueva.

Convoquemos a un gran pacto nacional, por un lado la Concertación, con su candidato Eduardo Frei, que no debe por ningún motivo aflojar el centro político que es la obsesión de Piñera, y por otro lado los candidatos de la disidencia no derechista, vale decir: Zaldívar, Marco Enríquez, Alejandro Navarro y Jorge Arrate.

Este pacto tendría como su mínimo común múltiplo, una lista parlamentaria única.

Tal lista, ya que las exigencias del binominal no acepta más de 2 candidatos por lista, sería: uno para la Concertación, y otro para los disidentes.

De otra manera, no veo por ningún lado que le podamos a ganar a la Derecha.

Juega Concertación.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es


http://blogdintrans.blogspot.com/

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