domingo, 24 de enero de 2010
Al parecer la masa crítica para controlar la cámara de diputados era mayor que la prevista. No bastaba con los mercenarios de PRI más un puñado de radicales. La voltereta del ex-presidente del PRSD, hoy reemplazado por Gómez da cuenta que la cosa no les puede salir tan barata. La democracia de los acuerdos estuvo a un paso de ser ignorada.
Con Piñera virtualmente sentado en el sillón presidencial hay más nerviosismo en la Concertación que en la Alianza. Todos están esperando las nominaciones del presidente derechista , todos esperan con ansiedad las movidas del rey Midas.
¿En que personaje de la Concertación recaerá un importante cargo del nuevo gobierno de “unidad nacional”, quienes son los lobbistas reclutados, quienes los puentes, las bisagras, los cara de palo?
La audacia del presidente electo no tiene límites, eso se dice.
Ciertamente que no es casualidad que voceros naturales de la Derecha como lo son sus dirigentes empresariales, hayan, sincronizadamente manifestado sus deseos de corto plazo: i) flexibilidad laboral y su corolario la precarización de los salarios, ii) cambios radicales en Codelco que la transformen en una sociedad anónima, venta de un importante número de acciones para captar “dinero fresco” desde un universo cautivo: burguesía financiera criolla, considerando que el cobre es “estratégico” y no debería quedar en manos extranjeras.
Todo indica que en los primeros meses, el presidente Piñera pondrá toda la carne en la parrilla, o por lo menos, los cortes de primera categoría. Lomo, asiento y filete.
Pegará el primer golpe a una oposición que se encuentra confundida. Los temas de flexibilidad laboral y enajenación de la propiedad de Codelco son temas tabúes dentro de la Concertación , las opiniones en su interior se encuentran divididas; de modo que a río revuelto ganancia del pescador.
¿Qué hacer, cómo enfrentarlos?
Sinceramente no se me ocurre nada, salvo reflexionar sobre los efectos del sistema electoral binominal en un escenario para el cual no fue diseñado: en que una minoría accede al gobierno.
La Derecha es minoría, es lo único que hoy se puede afirmar con certeza, sin embargo, se puede transformar muy pronto en una mayoría por vía de un populismo controlado, dosificado.
Hay que recoger la forma como la Derecha fue oposición por 20 años, es decir compuesta por 2 bloques o partidos equilibrados en votos o representantes parlamentarios: la UDI y RN, en que se incluyó en cada uno de ellos, a todas las tendencias de su natural estirpe, desde ultraderechistas a ultraliberales, pasando por duros pinochetistas, legionarios, opus dei, monárquicos y fascistas de toda índole.
También desarrollaron una intensa actividad en los gobiernos comunales que lograron controlar, y en que se destacaron por administrarlos en forma óptima.
Llegado el momento de elecciones: lista única parlamentaria, de alcalde, o de concejales. Igual cosa para enfrentar las presidenciales, salvo la del 2005, en que audazmente apareció Piñera con su candidatura, rompiendo un acuerdo previo y que finalmente desplazó a Lavín pero estuvo lejos de ganar el balotaje.
Entonces estaríamos hablando de una oposición compuesta por 2 bloques, que incluye a todas las tendencias opositoras a la Derecha , pero que necesariamente debería unirse para cada evento eleccionario.
La reestructuración de los opositores ya no da para un solo bloque, sin embargo deberá permanecer unida para enfrentar al enemigo común, que esta vez ha logrado prácticamente todo el poder, excepto las mayorías necesarias para llevar adelante las leyes que requiere para gobernar.
Si la Derecha logró cogobernar (democracia de los acuerdos) durante los períodos concertacionistas dando luz verde a todo lo que no fuera cambiar el sistema binominal o el quórum calificado para un eventual plebiscito, no veo por qué no, una oposición concertada en 2 bloques equilibrados, no pueda hacer lo mismo pero invirtiendo las prioridades, es decir, luz verde a la gobernabilidad, siempre y cuando se reemplace el binominal por uno proporcional, y se avance en el camino hacia una Asamblea Constituyente o una drástica reforma a la Constitución Política , necesaria para terminar verdaderamente con la transición de la dictadura hacia la democracia.
Será necesario estar en sintonía con las demandas del mundo social, será necesario democratizar los partidos, incluir los sueños de sus jóvenes, abrir los partidos o la coalición opositora para avalar las acciones en que ellos se manifiesten.
Será necesario sincerar las ideas que se sustentan, ideas que no se transan en el mercado. Tenemos el derecho a conocer las ideas por las cuales el pueblo todavía es capaz de jugársela.
Atte. René Dintrans
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