No critiquemos tanto a Piñera

Se ha puesto el grito en el cielo porque han cambiado “el logo”, y lo cierto es que no se ha hecho más que restaurar el antiguo emblema que tanto nos ha identificado en el pasado y que ahora vuelve con nuevos bríos: el huemul, vulnerable herbívoro, noble animal amenazado perpetuamente de extinción; bien podría representar al pueblo chileno, al pueblo mapuche.


El cóndor, ave carroñera de máxima envergadura, el más distinguido de su ralea; enlazado a su pescuezo aparece una suerte de cuello blanco, ese es el detalle que fascina, esa es la diferencia que existe con el buitre flaite, el cóndor representa genuinamente a la clase dominante, y la verdad sea dicha, es el último eslabón de la cadena ecológica.



Es un error, es de suyo contraproducente criticar por todo. Apenas lleva la Derecha un par de semanas instalada en La Moneda , y lo cierto es que no les han dado tregua.



Estoy por que se deje hacer, se deje pasar; por un tiempo prudente eso sí, lo suficiente para que la ciudadanía termine por conocerlos.



¿Por qué no destacar la viveza del presidente que se las ha ingeniado para salir con la suya, que ha vendido sus acciones en el mejor momento, al mejor precio; pagando el mínimo de impuestos, o derechamente evadiéndolos?



Resulta conmovedor el apego que tiene el Presidente de la república de Chile por el dinero, y somos en verdad privilegiados espectadores de su personal vía crucis, de su sacrificio, del sentido acto de desapego de bienes tan preciados para él, atesorados con verdadera devoción e infatigable dedicación.



Si a Pinochet se le celebró tanto el hacerse el enfermo terminal engañando a los jueces británicos, obteniendo el “acto de compasión” que lo autorizó a viajar a nuestro país donde las autoridades de entonces aseguraron a los 4 vientos que sería juzgado como merecía. Si era tan edificante ver las imágenes de Pinochet cuando se levantó de la silla de ruedas y lanzó las muletas al suelo caminando a paso firme, no veo por qué se hace tanto escándalo ahora con Piñera. Debería permitírsele ir personalmente a la bolsa a darse ese gustito, y cubrir televisivamente esta nueva proeza nacional.



Lo que afirmo no tiene ningún sesgo de ironía, créanmelo de verdad, hay que ser lo más objetivo que sea posible, hay que descontaminarse para poder ver el bosque y no solamente los árboles.



Volviendo al emblema o logo nacional, yo haría un pequeño cambio en la lectura con el fin de perfeccionarlo: reemplazaría el texto “por la razón o la fuerza” a “por la viveza o la fuerza”, haciéndole honor por fin a la tan celebrada “viveza del chileno”.



Debemos estar dispuestos a todo, sobre todo a bajarle el perfil a los que rasgan vestiduras. La Concertación practica el fariseísmo, ellos que se auto proclaman como la reserva moral de la democracia, son en realidad todo lo contrario, en 20 años la dejaron peor en términos relativos: convencieron al pueblo de ponerse la soga al cuello.



Las últimas actuaciones de la Concertación en su expresión parlamentaria dan cuenta que no tienen necesidad de realizar cónclaves en abril próximo para re-fundarse, para relanzarse, no, ya basta, solamente con ver cómo votaron el día 9 de febrero en el Congreso para permitir que el borde costero sea susceptible de hipotecas a favor de los bancos deja establecido nítidamente cuales son sus objetivos políticos, a quienes están sirviendo.



¿Por qué razón se intenta aprobar esta ley entre gallos y medianoche, o bien, entre terremoto y cambio de mando?



Es necesario conocer los nombres de todos los senadores concertacionistas que han votado esa barbaridad en contra de los chilenos. Tenemos la obligación de publicar los nombres de los diputados que votaron a favor y de los que votaron en contra. Aquí es donde se están definiendo los principios, y es moralmente imperativo distinguir el trigo de la cizaña.



¿Por qué razón evitan la discusión pública en vez de promoverla, por qué acallan o ignoran deliberadamente a los que han salido en defensa del borde costero?



¿Por qué esa ansiedad por cerrar el caso con la promulgación de la ley?



A la Derecha ya la conocemos y sabemos comprenderla, pero a estos sinvergüenzas hay que seguir dándoles. Claramente se quieren pasar de vivos.





Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

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