Un resultado óptimo para diciembre sería que la Concertación sea derrotada por la propia Concertación, y no que esta sea derrotada por la Derecha. Dicho de otro modo, que la Concertación sea la que venza a la propia Concertación, y no que esta sea vencida por la Derecha. Sin entrar en el odioso juego de la identificación, se entiende que la parte linda de la Concertación es la que debe vencer a su parte fea.
Si la parte linda es la que pasa a la segunda vuelta, su impacto mediático será de tal magnitud que nadie advertirá que Piñera habría llegado en primer lugar y a punto de vencer por mayoría absoluta.
Nos encontraríamos frente a un fenómeno similar, al que también pudiera ocurrir, si es que Chile pasa a disputar la final en el mundial de fútbol de Sudáfrica.
Demás está consignar lo que este hecho potenciaría a la parte linda para la disputa definitoria.
He dicho que ese resultado sería óptimo, no porque me identifique con la parte linda. No pienso en votar ni por los lindos ni por los feos, pero debo admitir, que prefiero el dilema de decidir entre la parte linda de la Concertación enfrentándose con la Derecha en segunda vuelta.
Lo dicho no significa que Arrate deba ser desvalijado de sus votos naturales para vestir a la parte linda de la Concertación , de ningún modo, los votos de Arrate deben quedar intactos para pactar de la mejor forma un posible apoyo condicionado.
De manera que la disputa debe centrarse entre las 2 partes en que ha quedado dividida la Concertación , el gallito está dándose en el interior de su electorado tradicional, en que hoy se dinamitan los puentes que deberán estar reconstruidos para el balotaje.
Nada debe extrañarnos la singular lucha que ocurre entre “concertacionistas” que en apariencia es fraticida, pero es lo más natural del mundo para los que manejan los códigos de las batallas electorales.
Cada cual hace su negocio, y me parece que todos los candidatos están haciendo lo que tienen que hacer.
Tiene mucha razón Arrate cuando dice que nadie habría imaginado hace 20 años, que pasado ese largo tiempo, estaríamos hoy luchando por obtener las mismas conquistas políticas de entonces. Resulta contraproducente constatar que la Concertación no ha avanzado nada, lo que significa un retroceso en los hechos.
Y hablo de la Concertación , porque fue esta coalición la que encarnó los sueños del pueblo. Nadie pensó jamás, que esta iba a ser moldeada por sus adversarios ( la UDI y RN ), nadie pensó jamás, que la Izquierda que la constituía, iba a traicionar sus principios, que se iba a paralizar enquistándose en sus puestos de poder.
Es bueno lo que ha ocurrido, es bueno que se haya consolidado una fuerza de alternativa en la coalición gobernante, y será mejor aún si esta logra el triunfo en la primera vuelta, aún cuando ese triunfo no signifique que posteriormente sea elegido su candidato.
Atte. René Dintrans
erredintrans@yahoo.es
http://blogdintrans.blogspot.com/
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