jueves, diciembre 17, 2009

Marco, marca por mí

El slogan de Marco Enríquez-Ominami, “Marco, marco por ti”, bien podría, después de conocidos los resultados de la 1ª vuelta, ser la respuesta invertida del numeroso electorado que le dio su voto y su confianza, y que está tímidamente puesto como título de esta nota: “Marco, marca por mí”



Si bien es cierto, que el candidato progresista dejó las cosas claras la noche misma en que se supo todo. Que manifestó que su electorado era mayor de edad y con criterio formado, de tal forma que sería un desatino endosar los votos que no le pertenecían a él, si no que a cada uno de sus electores; sería del todo interesante para su electorado, saber cual es la decisión de su candidato a la hora de los quiubos, saber cual será la marca en la papeleta que hará Marco el 17 de enero de 2010.



Vayamos con calma, las cosas no se pueden precipitar enseguida de los resultados. Soy de los que ha reconocido públicamente los méritos de ME-O antes de las elecciones recién pasadas, y que reconoce la estirpe moral de Marco en este trance. Me parece que su comportamiento político ha sido intachable, y espero conocer sus decisiones políticas durante este corto período que ha comenzado.



Durante su campaña, Marco dijo que esta primera vuelta era una genuina primaria. Todo el mundo lo escuchó, y seguramente tal como me pareció a mí, le pareció un juicio razonable.



Pues bien, la primaria ha concluido, y mal que nos pese a muchos, Eduardo Frei R-T, es el ganador del heterogéneo sector de la sociedad que nos consideramos seriamente demócratas:



¡Frei sí, otro no!, y no hay vuelta que darle.



Sólo que existe un problema para los que votamos por Arrate, y los que votaron por Enríquez:



La Concertación no ha superado la prueba de la blancura, la verdad sea dicha: es impresentable que Lagos y otros hayan considerado que la transición terminó hace largo rato. Eso no es verdad, existe el sistema electoral llamado binominal, que es el cerrojo de la Constitución pinochetista del ’80.



Es un agravio para el pueblo de Chile, decir que la transición ha concluido hace algunos años, y habla muy mal de uno de los líderes de la Concertación , el que el engendro abyecto de Constitución que nos rige, lleve el nombre de “Constitución de Lagos”.



Estoy con Enríquez-Ominami cuando dice que hay que terminar con la forma de hacer política a espaldas del pueblo. Estoy con él cuando dice que le extraña que todo el mundo ahora lo quiera, y quiera los votos de sus electores.



Estoy con él cuando se da sus tiempos y sus pausas para dar a conocer su voluntad. Cuando repentinamente todos quieren incorporar a su programa de gobierno: su programa e ideas ninguneadas, su "salto al vacío".



Creo firmemente puesto que he creído leer correctamente el discurso de Marco E-O, que llegará muy prontamente el momento en que Enríquez dirá inevitablemente si el candidato de la Concertación le merece su confianza.



Marco sabe perfectamente que sus electores duros, son los mismos que votaron por los parlamentarios designados por la Concertación. Sabe muy bien que es la base con que cuenta realmente para proyectarse como una carta para el 2014.



La ambigüedad comienza a decantar, su asesor económico, Paul Fontaine corrió a los brazos de sus pares de clase, ahora Marco está con lo que tiene realmente, su capital político que son sus más de 1.300.000 votos.



Es esa masa crítica de electores la que espera no ser defraudada, la que está esperando saber qué es lo que marcará Marco aún cuando ella sea mayor de edad y con el criterio formado.



Sinceramente creo que hoy es el momento de Marco Enríquez-Ominami: Marco, marco por ti.



Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

http://blogdintrans.blogspot.com/

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