lunes, febrero 22, 2010

Canto a mi mismo

Me celebro y me canto a mí mismo y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Vago…e invito a vagar en mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra, para ver como crece la hierba del estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.

Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta. Y con mi aliento puro, comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que me muera. Que se callen ahora las escuelas y los credos. Atrás. A su sitio.

Sé cuál es su misión y no lo olvidaré; que nadie lo olvide. Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción, y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.

Walt Whitman

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