domingo, febrero 14, 2010

En un museo debutó el cambio

El presidente electo, en cuerpo y alma, tal como le gusta a él decir, presentó a sus 22 ministros, a sus 22 seleccionados, a las 22 columnas que sostendrán su gobierno y que, casualmente coincidían con las 22 columnas que sostenían al viejo edificio santiaguino que felizmente eligió para dar a conocer su gabinete del cambio. Veintidós en total, entre momias y momios.
Ciertamente que no fue casualidad que Piñera reprodujera 5 veces durante su discurso su frase estrella: “vocación de servicio público”

Y como si fuera el mismísimo Bielsa arengaba a sus muchachas & muchachos: “Una tarea que muchas veces es ardua, sacrificada e incomprendida. Pero les puedo asegurar que hay pocas cosas en la vida más gratificantes que el servicio público y la entrega a los demás, y muy especialmente a quienes más lo necesitan”

El presidente electo no pierde oportunidad para convencer a sus ministros cuya edad promedio está en los 50 años, de lo gratificante que es estar en el servicio público, tan gratificante es, que les hará llevadero el contar con el modesto sueldo de un ministro de la república de Chile, que ciertamente es muy inferior al que recibían (merecidamente) en sus actividades privadas.

Se dice que el senador Piñera duplicó su fortuna personal mientras ejercía su vocación de servicio público en el cargo de representación popular que lo llevó a integrar permanentemente la comisión de hacienda del Senado.

De manera que el hombre sabe de lo que está hablando.

Sólo que nos permitimos poner en duda, que un individuo, cuyo norte fue siempre ganar dinero (legítima y merecidamente por cierto) desde que entró a la universidad para capacitarse en ese arte, pasando por su primera pega, hasta llegar al sitial en que se encuentra actualmente después de una vida dedicada a ese objetivo, vaya a cambiar sus ideales siendo un ministro cincuentón, para imbuirse del ánimo de entrega hacia los más necesitados en forma totalmente desinteresada.

Tampoco es casualidad que nombre expresamente a los 4 ex-presidentes de la Concertación agradeciéndoles sus consejos que consultó, y que “no he dudado ni dudaré jamás (otra vez) en consultarlos”, mientras por estos días se permite humillar aún más a la otrora poderosa Concertación, haciendo venir lastimosamente a J.M. Insulza hasta su casa, para condicionar (hablando a solas) el apoyo a su candidatura para el próximo período en la OEA.

La Concertación es un enorme cetáceo varado en la arena, que involuntariamente sufre de la crueldad de los humanos, esperando resignada el silencio de la muerte, y de la buena voluntad de los sepultureros.

¿Y para Jaime Ravinet no hay nada?

Nada, nada se puede decir de este próspero empresario minero y de bienes raíces en la ciudad de Santiago. Excepto que figura entre los 28 “expertos” que se convocaron para integrar la famosa “comisión de los 28” que debía hacer un informe sobre Codelco que finalmente salió en los primeros meses de 2008 y cuyo título era “No da para más” . Es decir, Codelco no daba para más, era pésimo negocio para el Estado, aconsejando que se deshicieran cuanto antes de este lastre, lastre que por lo demás, ha significado varios miles de millones de dólares de utilidad anual, lastre sin el cual, Chile no habría alcanzado jamás el desarrollo económico que actualmente ostenta.

Casualmente esta comisión la integran entre otros, 5 ministros del presidente electo, vale decir expresamente aquí:

Jaime Ravinet, Felipe Larraín, Cristián Larroulet, J. Andrés Fontaine y Felipe Morandé.

De modo que será necesario, estar “ojo al charqui”, ya que los últimos sucesos no parecen una casualidad o simple coincidencia.

Codelco es el botín.

¡Chileno, defiende a tu mina!

Atte. René Dintrans
erredintrans@yahoo.es
http://blogdintrans.blogspot.com/

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