jueves, abril 30, 2009

Problema resuelto: en las próximas elecciones los jóvenes no existen

jueves, 23 de abril de 2009

De acuerdo a lo que se sabe, en las elecciones municipales recién pasadas, 8.110.265 ciudadanos estaban inscritos y fueron a votar solamente 6.354.085. Sin embargo, de ellos, 784.086 votaron en blanco o nulo, de manera que los votos válidamente emitidos, alcanzaron a 5.569.999. Los ciudadanos inscritos de 18 a 29 años, es decir, los jóvenes inscritos, representan el 8.07% del universo de inscritos, es decir son 655.089 potenciales votantes.



Se estima que la abstención de los jóvenes aproximadamente es de un 20%, de modo que la participación de jóvenes hasta la última elección, es de (655.089: 5) x 4, es decir, aproximadamente 524.712 electores jóvenes.

No sabemos a ciencia cierta, cuantos jóvenes votaron en blanco o anularon su voto, pero estimamos que lo hicieron en porcentaje superior al resto, con todo, si los votos inválidamente emitidos alcanzaron a un 14% general, se infiere que en lo particular, manteniendo la misma tendencia para toda edad, aproximadamente 73.460 de jóvenes - o mucho más- invalidaron su voto.

Así las cosas, podríamos establecer que solamente 451.252 jóvenes o menos aún, dieron válidamente emitida su opción del total de 5.569.999 votos válidamente emitidos, lo que constituye un 8,1%, o menos aún, de estos.

Se podría decir que los jóvenes inscritos de 18 a 29 años, están equiparados en número con los ancianos de más de 75 años inscritos. Y a nadie se le ha ocurrido que estas elecciones se podrían decidir por los ancianos a pesar del ultimo affaire monopólico de las farmacias, que perjudica directamente a este segmento etáreo.

Más claro es echarle agua. Los jóvenes son irrelevantes en esta contienda, aunque exista el amago de darles bola.

Todo lo dicho se entiende que es válido, si es que no se aprueba la ley de inscripción automática y voto voluntario. Esta vendría a trastocar todas estas tendencias y haría imprevisible cualquier resultado posible.

Y como nadie quiere pisar sobre arenas movedizas, es obvio que no se va a aprobar ninguna ley. Sin embargo será aprobada para el tiempo que sigue a las próximas elecciones.

Es así como la próxima contienda tiene prácticamente las mismas piezas en juego que las del plebiscito del NO, con anónimos veteranos combatientes que aún sienten añoranza por esa gesta victoriosa y la de otros que no se reponen tampoco de la derrota.

La Concertación a pesar del desgaste, tiene maña para cambiar de candidato. Proclamó finalmente a Frei con algunos incidentes, pasando por una larga lista que incluyó nada menos que a La Alvear, al presidente Lagos, al secretario general de la OEA J.M. Insulza y al vapuleado Gómez.

Nadie puede poner en duda la capacidad de este conglomerado político para inventar fórmulas de último minuto que les lleven siempre a la victoria.

De modo que existe un Frei muy posicionado, influyendo a buena parte del electorado que había ganado Piñera en la última elección presidencial, y con gran simpatía dentro del empresariado que es siempre proclive a la Derecha.

Fijando nuestra atención en la oferta de candidatos alternativos a la clásica disputa entre Derecha vs Concertación, la promesa del bicentenario, es decir, Marco Enríquez- Ominami, quien apuesta su crecimiento en los votos juveniles, estaría sumamente acotado por la cruda realidad. A no ser, ciertamente, que su empeño consista en inscribir a parte relevante de los más de 2.000.000 de jóvenes que no se han inscrito todavía. No hay más.

Sin embargo, no ha quedado claro si es que Enriquez- Ominami es realmente una alternativa, puesto que no ha renegado de la Concertación, ni del Partido Socialista. Tampoco ha sido expulsado del PS ni menos de la Concertación.

Se podría decir que hasta el momento la Concertación está llevando 2 candidatos ya que todos se hacen los lesos con esta situación, al parecer a nadie le incomoda esta actitud rebelde.

Se ha dicho que Marco Enríquez-Ominami pretende re-fundar la Concertación, es decir renovar o mantener el esquema de alianza de Centro-Izquierda, que es ciertamente probadamente funcional al sistema binominal.

Tal empresa, me parece un despropósito desde una visión de Izquierda, ya que es este esquema precisamente el que ha descuartizado a la Izquierda. Atomizando a unos al margen y manteniendo cautivos a los otros del centro.

La única alianza que me parece concebible entre la Izquierda y el Centro, es la de un pacto instrumental con el único propósito de cambiar el sistema binominal, que realice lo que está pendiente desde el plebiscito en que ganó abrumadoramente la opción NO, que NO quería claramente ese sistema.

De lo que estamos hablando, es de hacer un pacto para eliminar el sistema binominal, un pacto amplio que esté por sobre las próximas elecciones triples de Presidente de la República, diputados y mitad del Senado.

Queremos dibujar un lazo vinculante entre la elección de Presidente en segunda vuelta, y la voluntad mayoritaria del pueblo que mediante esta, decida simultáneamente convocar a un plebiscito.

Si Frei quiere ser elegido con los votos de la Izquierda, debe comprometerse desde ahora a convocar a plebiscito como primer acto de su gobierno, un plebiscito para eliminar el binominal.

Y si Marco Enríquez-Ominami pretende ser una alternativa de Izquierda, y no un camino más para acceder al poder por el poder, me parece que él es el candidato indicado, no solamente por su juventud, también por su inteligencia, su carisma y su capacidad de seducción.

La Izquierda debería saber evaluarlo, debería dar lugar a esta expresión inédita que la misteriosa y esquiva casualidad da a la propia Izquierda.

Un líder de Izquierda debe estar con los trabajadores, con los desposeídos, los ofendidos. Debe estar con el pueblo, y debe tener la capacidad para convocarlo, para articular con las fuerzas sociales y políticas de este, la unidad para un proyecto común. Es eso lo que se debe facilitar.

Atte. René Dintrans

erredintrans@yahoo.es

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